Ensayo de Manuel Maples Arce sobre Arqueles Vela

Arqueles Vela, como la mayor parte de los escritores salidos de la adolescencia en las postrimerías del modernismo, se dio a conocer con un libro de poemas, pero pronto rompió con las formas tradicionales, aunque nunca renunció a su sensibilidad poética, ni mucho menos a la imaginación, que constituye el elemento estimulador de su creación. Ya en las crónicas publicadas en El Universal Ilustrado, la inolvidable revista que animaba el talento juvenil de Carlos Noriega Hope, mostraba la preocupación por un arte imaginativo. Muchas veces, a partir de un dato real, de cualquier elemento de las circunstancias vivientes, hacía sugerir un mundo imaginario, con reflejos de una modernidad, que no provenía de artificios estilísticos que suelen conducir al engaño, sino de una concepción fundamental para interpretar el paisaje, la ciudad, el amor, la belleza y revelar sus propias inquietudes. Ese pequeño arte de la crónica que estimulaba y seducía a Arqueles en aquellos años, lo hacía avanzar al mismo tiempo en el descubrimiento de su visión interior, en su capacidad de trabajo y en la disciplina para equilibrar los contrastes e ironías de su juego.

Al hablar de un amigo con quien he compartido el interés y la pasión de la creación literaria, con quien he discutido los propósitos líricos del arte, con quien he examinado las tendencias de nuestra sensibilidad y confiado la exaltación de nuestras emociones juveniles, me pregunto si tengo el legítimo derecho de elogiar su obra, por lo que podría poner de parcialidad fraternal. En México, es tanto más sospechosa la crítica, cuanto esta opera con mucha frecuencia por alianzas, bandos, venalidad o simple irresponsabilidad. Pero cuando de una obra emanan ciertas cualidades, un espíritu libre no debe rechazar la afirmación de la verdad. Tal es la circunstancia en que me encuentro al tratar de la obra de Arqueles Vela.

La Señorita Etcétera, su obra inicial, publicada en La novela semanal, suplemento de El Universal Ilustrado, en diciembre de 1922, es el primer aporte a la narrativa de vanguardia de México. Antecedentes de este género se encuentran en las literaturas europeas, pero no entre nosotros, y aun teniendo en cuenta sus afinidades en otros escritores, el tema y la técnica aparecen con clara originalidad. La Señorita Etcétera es una Eva en quien lo humano tiene reacciones mecánicas, pero cuya estructuración no se parece nada a la de Villiers de L´Isle Adam, lograda por cándida ilusión de la realidad. Es un bello fantasma, no la imagen de una equivalencia creativa. La Señorita Etcétera, las reacciones de la sensibilidad, el juego del tiempo y espacio son los que animan y enriquecen. Desde el punto de vista filológico y semántico, fue analizada por Pablo González Casanova, poco después de su aparición. Hace cincuenta años no era fácil que el público aceptara tales innovaciones. Si el autor se debatía con angustia en su creación, el público se desesperaba hasta creer que perdía la razón. A medida que ha pasado el tiempo, todo aparece más obvio y claro, y los lectores se muestran mucho más favorables a las innovaciones y a la fantasía creadora. Sumamente tenue la trama de La señorita Etcétera, concentra su interés en el valor de la frase, en la secesión de las imágenes, en la alianza entre lo material y lo espiritual, y en la irrealidad del alma del personaje, cuya voz, mirada y sonrisa, presiente y busca el autor en su inquietud poética.

La señorita Etcétera, junto con El café de nadie y Un crimen provisional, se reimprimió en 1926, en las Ediciones de Horizonte. Este último cuento se desarrolla de una manera progresiva, sin balbuceos, ni excesiva carga de imágenes. El interés del relato se acentúa a medida que transcurren los incidentes del crimen. En él aparecen la influencia del cine y de la técnica cinematográfica inducidas a la aplicación literaria. Lucidez razonativa, acento irónico acerca de los directores, crítica del jurado en los juicios criminales y de sus heroínas aludidas con un arte amable. El desenlace en una sola línea explica la imposibilidad material del crimen que puede ser precursor del verdadero.

En la novela corta titulada El café de nadie, inspirada en un establecimiento que, por los años veintes, existió en la avenida Jalisco (hoy Álvaro Obregón) y que fue frecuentado por escritores de vanguardia, se teje una historia de amor y de misterio, en que intervienen como protagonistas, dos personajes del movimiento estridentista, y una muchacha que encarna la gracia, la modernidad, la frivolidad, la armonía y el misterio femeninos. La ciudad y el café se presentan indefinidos, irreales, deshumanizados de las apariencias. Los parroquianos entran allí como en un ámbito de ensueños. Su fisonomía, su porte, sus actitudes y su psicología, reflejan una existencia insomne, y todo el trazo de la novela está condicionado a una realidad poética que se envaguece y se concreta simultáneamente. El ser más material que en ella interviene, Mabelina, reacciona a veces en bruscas alternativas de trivialidad y de superación. Y esa volubilidad, y ese ser y no ser, deja una posibilidad de ensueño o de mágica irrealidad. La vida se deshace, los parroquianos llegan y desaparecen, y tan solo los personajes que descubren el café y lo pueblan de sus sueños, son los que perduran, los que quedan en aquel sitio inusitado, en tanto que Mabelina, última positiva realidad, rectificándose, empuja la puerta del café hacia el alba que va levantando el panorama de la ciudad.

En estos relatos, se mantiene constante el acento irónico, la paradoja, la sutileza de la sugerencia y los valores poéticos que les dan un encanto que el tiempo no borra porque son aventuras de la poesía.

 

Este artículo fue tomado de la revista, La vida literaria, volumen 1, números 10/11 de noviembre/diciembre, 1970. Ciudad de México D. F.

Manuel Maples Arce (1900-1981): Nació el 1 de mayo de 1900 en Papantla, Veracruz, muere el 26 de junio de 1981 en la Ciudad de México. Poeta, ensayista, diplomático y político. Estudió el bachillerato en Veracruz y la carrera de abogado en la Ciudad de México en la Escuela Libre de Derecho. Cursó estudios de Historia y Derecho Internacional en La Sorbona. A finales de 1921 pública la hoja volante Actual, que en su primer número contiene el Comprimido estridentista, con lo cual se inicia el movimiento estridentista. Como parte de este movimiento, en 1923 funda y dirige junto al artista plástico Fermín Revueltas la revista Irradiador. El 8 de mayo de 1923 participa con la lectura del poema T.S.H. en la primera emisión radiofónica comercial de México a cargo de la estación de El Universal Ilustrado-Casa del Radio. Durante la gubernatura del general Heriberto Jara en Veracruz, fungió como juez de primera instancia y luego como Secretario de Gobierno (1925-1928), durante su gestión impulsó una serie de proyectos culturales, como la creación los Talleres Gráficos del Estado que lanzó la colección Biblioteca Popular, la edición de la revista Horizonte, dirigida por Germán List Arzubide y la editorial del mismo nombre. Desde las páginas de Horizonte, el gobierno estatal inició una campaña para crear una universidad para el estado de Veracruz. Diputado en el Congreso de Veracruz (1928-1930) y diputado federal (1932). Fue consejero técnico del secretario de Educación Pública, Narciso Bassols. En 1935 ingresó al servicio exterior, fue secretario de la legación de Bruselas, encargado de negocios en Varsovia y Roma, cónsul general en Londres y representante de México ante los gobiernos en el exilio durante la Segunda Guerra Mundial; entre 1944 y 1967 ejerció de embajador en Panamá, Chile, Colombia, Japón, Canadá, Noruega, Líbano y Pakistán. Colaborador de Revista de revistas, El Universal Ilustrado, El Dictamen, La Opinión, y en la revista Cosmópolis de Madrid y Manomètre, de Lyon. Francia. Parte de su obra poética ha sido traducida al francés e inglés.

 

Obra publicada

Autobiografía:A la orilla de este río: (Memorias I), Editorial Plenitud (Madrid), 1964. || Soberana juventud: (Memorias II), Editorial Plenitud (Madrid), 1927; Universidad Veracruzana, 2010. || Mi vida por el mundo: (Memorias III), Universidad Veracruzana, 1983; 2010.

Cuento: Siete cuentos mexicanos, Panamá, Biblioteca Selecta, 1946.

Ensayo: El movimiento social en Veracruz, Talleres gráficos del Gobierno del Estado, 1927. || El paisaje en la literatura mexicana, Porrúa, 1944. || Recordación de José Juan Tablada, Fraternidad Mundial, 1945. || Modern mexican art, A. Zwemmer (Londres), 1943. || Peregrinación por el arte de México: ciudades, obras, monumentos, Imprenta López (Buenos Aires) 1951. || Incitaciones y valoraciones, Editorial Cvltura, 1956. || Ensayos japoneses, Editorial Cvltura, 1959. || Leopoldo Méndez, F.C.E., 1970.

 

Poesía: Rag. Tintas de abanico, Catalán Hermanos, 1920. || Andamios interiores: poemas radiográficos, Editorial Cvltura, 1922. || Vrbe: súper-poema bolchevique en 5 cantos, Andrés Botas e hijo, 1924. || Poemas interdictos, Ediciones de Horizonte, 1927. || Memorial de la sangre, Talleres Gráficos de la Nación, 1947. || Las semillas del tiempo: obra poética (1919-1980), F.C.E. 1981; Conaculta (Lecturas mexicanas), 1990; Universidad Veracruzana, 2010. || Con los puños del alba (antología), Conaculta, 2012.

 

Fuente biográfica: Coordinación Nacional de Literatura (INBAL)

Fuente fotográfica: Biografías y Vidas. com

 

 

Arqueles Vela (1899-1977) Nació en Tapachula, Chiapas, el 2 de diciembre de 1899; muere en la Ciudad de México el 25 de septiembre de 1977. Escritor, periodista y educador. Profesor normalista, realizó cursos de posgrado en las universidades de Madrid, París, Berlín y Roma (1925-32). Fue profesor de la Escuela Nacional de Maestros (1935) y de la Universidad Nacional Autónoma de México, director de la Escuela Secundaria número 1 y de la Escuela Secundaria Experimental (1939-58), así como profesor y director de la Escuela Normal Superior. Redactor de El Demócrata (1920), secretario de redacción de El Universal Ilustrado (1921), donde publicó la sección "Mientras el mundo gira", con el pseudónimo de Silvestre Paradox. En el mismo periódico se publicó por entregas su primera novela La señorita Etcétera (1922). Director del suplemento dominical de El Nacional (1933). Participó en el programa de cursos radiofónicos de la Secretaría de Educación Pública, promovidos por Agustín Yáñez, y formó los primeros grupos de teatro escolar, junto con Dolores Velázquez, Germán Cueto y Ermilio Abreu Gómez. Participó en la elaboración de los programas de educación artística de la Escuela Nacional de Maestros (1934), fundó las escuelas nocturnas de arte para trabajadores (1935) y los cursos para posgraduados (1936), antecedente de la Escuela Normal Superior. Fue una de las principales figuras del estridentismo. Miembro de la Sociedad Internacional de Críticos de Arte. Maestro en letras ex oficio por la Escuela Normal Superior (1939). En 1949 el gobierno francés lo condecoró con las Palmas Académicas.

 

 

 

Obra publicada

 

Ensayo: Historia materialista del arte, Talleres Gráficos de la Nación, 1936. || Introducción, organización, interpretación y dirección del teatro de muñecos, s.p.i. 1936. || Evolución histórica de la literatura universal, Ediciones Fuente Cultural, 1941; edición corregida y aumentada con el título Literatura universal, Botas, 1951. || El arte y la estética, Ediciones Fuente Cultural, 1945. || El trabajo y el amor, s.p.i., 1945. || Teoría literaria del modernismo, Botas, 1949. || Elementos del lenguaje y didáctica de la expresión, Tipografía Mercantil, 1953. || Fundamentos de la historia del arte, Patria, 1953. || Fundamentos de la literatura mexicana, Patria, 1953. || Análisis de la expresión literaria, Ediciones de Andrea, 1965.

 

Narrativa: La señorita Etcétera, El Universal Ilustrado, 1922. || El café de nadie, Horizonte, Xalapa, 1926. || Un crimen provisional, Horizonte, Xalapa, 1926. || El viaje redondo, Revista de Revistas, 1929. || Cuentos del día y de la noche, Editorial Don Quijote, 1945. || La volanda, s.p.i., 1956. || El picaflor, Costa Amic, 1961. || El viaje redondo. Cuentos del día y de la noche, Botas, 1962. || Luzbela, Costa Amic, 1966.

 

Poesía: El sendero gris y otros poemas inútiles 1919-1920, H. Barrales, 1920. || Cantata a las muchachas fuertes y alegres de México, s.p.i., 1940. || Poemontaje, Ediciones de Andrea, 1968.

 

Antología: Sincrónicas (compilación, selección y prólogo de Lénica Puyhol, viuda de Vela), Liberta-Sumaria, Continente, núm. 2, 1980. || El café de nadie. Un crimen provisional. La señorita Etcétera, CONACULTA, Lecturas Mexicanas. Tercera serie, núm. 20, 1990.

 

 

 

Fuente biográfica: Coordinación Nacional de Literatura (INBAL)

 

Fuente de la imagen: Revista La Vida Literaria, noviembre-diciembre 1970, México D. F.

 

 

 

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