Por Orden Del Mediodía
un poema
Por orden del mediodía: el puerto está repleto.
En suelo abrasador deambulan multitudes,
un buitre planea desde su cúspide,
grave batir de alas, como el largo
estertor de la muerte de un hombre remoto.
Naves compiten entre sí. Cuerpos oscilantes,
agua fangosa y azul, vigas y maderos
destellan de barniz. La carne toda en aceites de baño.
Vacías sillas de hierro cableado rodean mesas,
sus rotados ornamentos rememorando el tiempo. Todo reposa.
Están los mástiles sin una sola vela,
cabos penden rectos, líneas de
telecomunicación ovíllanse sobre
techos de ladrillo. Es azul el cielo, vacío.
Nueva: el lenguaje se ha solidificado.
Por órden del mediodía: he aquí que descendemos
de la ciudadela. Las rocas son más que
acero que producimos. En lo alto no podemos
resistir. Intentemos aquí. Los charcos están
frescos. Las mesas cubiertas en limpio blanquiazul.
Barcos navegan dentro y fuera, sin regalo alguno
del viento. La dimension ilusoria
es mayor que el estancado aire que respiramos.
Estruendos aturden, los sentidos buscan algo
más allá de lo que allí había. Quell´odeur!
Un joven feriante, oscuros ojos, lee profundo
en su libro de comics -el vagón, con
cajas transparentes de nueces, dispuestas lado a lado,
apiladas- está ausente. No podemos explicar
más los signos. Nosostros mismos no los somos.
Por orden del mediodía: hay que vivir
y cultivar la vida como el jardinero que
cuida la rosa al final de su vida agotada.
No preguntar si los peces están aún en los mares.
Realmente no somos superiores, ni de un arte diferente.
Solo pensamos que el cielo está en otro sitio no
vacío, tiene una bruma, nubes en otra parte.
El Edén está en tal cerebro o en tal libro, es quizas
lo mismo. En tal desierto simplemente no hay manzana.
Donde la gente ausente está la claridad.
El catus brinda, como errores, frutos. Nosotros
soportamos, sobre nosotros, en nosotros tanto en aumento,
en aumento. Eres tú mucho más avanzado
que yo, un cantante ciego. El puerto esta lleno,
repleto: está a la Orden del Tiempo.
© nguyenchitrung 2014 Stuttgart
Traducción Dulce Chiang
Nguyen Chi Trung nació en Vietnam del Sur en 1948 y creció en Saigón. A finales de 1967 recibió una beca nacional para estudiar en Alemania. Estudió filosofía, pero se doctoró en matemática y mecánica aplicada. Vive en Stuttgart y trabajó como ingeniero hasta 1996. Durante casi seis décadas, desde 1963, ha estado escribiendo poemas y cartas, a veces ensayos, en dos idiomas, alemán y vietnamita. También traduce poesía mundial al vietnamita: Hölderlin, Rimbaud, Leopardi, Dickinson, Porchia etc ... A veces realiza dibujos y caligrafías. Ha participado en importantes festivales internacionales de poesía en diferentes países. En 2013, Saigón rindió homenaje a Nguyen Chi Trung publicando sus poemas en siete volúmenes. Ha publicado en alemán, italiano y portugués.
Fotografía y semblanza proporcionados por Nguyen Chi Trung.
Dulce Chiang. Poeta, gestora cultural y editora en El Golem Revista Literaria.
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Esteban Charpentier (lunes, 03 mayo 2021 07:48)
Felicitaciones me encantó el poema
Saludos