
La cita
El día de la cita
se saludarán como dos viejos amigos, pero en la intimidad se tocarán las manos.
Serán perversos bajo las sábanas.
Luego se despedirán
incautos
hasta la próxima cita.
Todo
Quiero que seamos todo,
pero, al mismo tiempo, nada.
Quiero que tengamos libertad de hablar,
y, al mismo tiempo, de guardar silencio.
Seremos el tiempo:
sin aniversarios, ni ataduras,
sin buscarnos conflictos.
En el horizonte
buscaremos encontrar el sentido
de esta coyuntura.
¿Sabes por qué?
porque eres nada, pero representas todo.
Energía
Si digo que no, no amanecerá.
Si digo que sí, no anochecerá.
Es lo cierto de lo incierto
aunque quizá un día nos iluminemos
y lo incierto se convierta en cierto.
Es la energía: su verdad.
Semillas
Las semillas florecen
bajo las precipitaciones.
Son vástagos
que nos dan la certeza
de su raíz fuerte.
Por eso sus racimos
durarán eternamente.
Sin preguntas
Entre nosotros hay un lazo sutil,
no es amor, pero tiene su destello,
un pacto sin promesas.
Nos miramos sin muchas palabras,
pero el cuerpo habla con más claridad,
nos entendemos en noches calladas.
Un abrazo que se queda en el aire,
y un beso que no pide más, solo ser:
sin cadenas, sin prisa, sin baile.
Un beso sin preguntas,
sin expectativas que el alma limite,
solo el presente en que todo se junta,
y la confianza en lo que nos permite.
Entre nosotros
Lo que sucederá entre nosotros
será un susurro en el viento callado,
serán palabras que nacen en los ojos
y gestos suaves, de un cariño anhelado.
Será el roce de las manos sin prisa,
un silencio compartido en la espera,
serán promesas hechas sin calma,
como semillas que germinan en primavera.
Lo que sucederá entre nosotros
serán risas tejidas en la misma cuerda,
será la paz que se posa en nuestros rostros,
cuando el alma se encuentra y recuerda.
Lo que sucederá entre nosotros,
será el brillo del sol al amanecer,
lo que sucederá entre nosotros
será lo eterno y lo simple.
Ella es
Ella la que no se nombra,
la que habita en los bordes de tus promesas rotas,
la que se oculta tras tu risa,
al ver cómo su amor se vuelve silueta.
Es la que calla, la que no reclama,
la que se pierde en el eco de tu voz,
la que, sin querer, descoloca y quema tu alma,
y aun así se queda, perdida con tu adiós.
Sus ojos se pierden en las horas vacías,
en su rincón no hay espacio para los sueños,
donde las palabras se hacen frías despedidas
y su alma se ahoga, sin pedirlo, por ti, su dueño.
Ella es la otra, la que no se menciona,
la que en su dolor esconde su llanto,
pero en sus venas aún arde,
un amor que lucha, pero no se nombra.
Me amo
En la inmensidad del cielo
mi espíritu se siente a plenitud.
Libre
como el aire que acaricia mi piel,
amando sin temor a perder.
Bailo con las nubes, abrazo al sol,
me elevo con el corazón.
Soy dueña de mis pasos.
Amo ser libre,
caminar ligera, sin peso ni ataduras.
En cada suspiro encuentro paz,
en cada amanecer, libertad.
Este es mi destino, mi elección.
Aquí el amor es uno:
brilla, ilumina mi camino.
Mis más de cincuenta
En la plenitud de la vida me encuentro,
con cincuenta y tantos años en el cuerpo.
Experiencia y sabiduría me acompañan,
ha sido un largo andar,
con el rostro surcado por la luz del sol.
cada arruga, una es historia para contar,
ya no soy joven, pero soy más sabia,
más atrevida, he aprendido a valorar cada instante.
Con mis cincuenta y tantos siento gratitud,
por las risas, por las lágrimas,
de haber vivido y seguir adelante,
Que la edad no sea un límite, sino un regalo,
para seguir creciendo, aprendiendo paso a paso.
En esta etapa de la vida, aún hay tanto por descubrir,
en cada día una oportunidad de ser feliz.
Lo que fuimos
Fuimos algo, aunque no sé qué, quizá dos sombras que se cruzaron, un roce de manos, un suspiro,
un breve instante.
Fuimos algo,
sin pactos ni promesas,
dos almas que se encontraron
sin buscarse,
y aunque el amor no se dijo,
se sintió cuando callamos.
Fuimos algo, un “quizá”,
un “tal vez”,
un instante eterno que se escurría
entre los dedos;
al final, solo quedó
lo que no se dijo, lo que no fue.
Fuimos algo,
solo fragmentos de un sueño
que se disipa con la luz del día,
y aunque no fuimos todo: fuimos,
eso basta.

CLAUDIA OSORIO. (Villahermosa, Tabasco, México, 1972).
Estudió la licenciatura en Ciencias de la Educación en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Maestra en Administración de Instituciones Educativas por la IEU Universidad. Doctora en Educación por la Universidad Maya de Chiapas. Actualmente trabaja como Coordinadora administrativa de la Dirección de Difusión Cultural, en la UJAT. Ha sido organizadora de diferentes eventos culturales como Ferias de libro, entrega de premios y reconocimientos a grandes personajes, tanto del ámbito cultural, político, deportivo y empresarial. Ha sido docente de las licenciaturas de Administración, Mercadotecnia y del Taller de Lectura y redacción. Gestora Cultural. Ha publicado: Carlos Pellicer Cámara. Poeta y Educador. Los poemarios Los poemas del diván (Summa, Perú, 2024), Noche callada (Summa, Perú, 2025). Es miembro de la organización del Festival Internacional Primavera Poética.
Semblanza y fotografía proporcionadas por Claudia Osorio
Escribir comentario