
almas llenadas de frío
el mundo
parece
a veces
perdido entre dos recuerdos
de los cuales no quiere saber más
los libros
santos o no
estan re-pesados (no re-leidos)
por analfabetos anímicos que les visten en soledad
el cielo
con todos sus ángelos
está cerrado con cadenas en un baúl
con paredes de conceptos extraños
las semillas del odio reaniman por entre la gente
las lágrimas son matadas
las almas llenan de frío
las esperanzas
vestidas en negro
caminan en un largo cortejo fúnebre
seguidas por miradas amputadas de empatía
la muerte
anda feliz crece como un árbol de obscuridad
con sus raices en las almas de la gente
se extende entre los dedos esparcidos
por los cuales los poderosos del mundo jugandose con el planeta
nos miran reyendo a boca llena
los gentios quieren cortar sus raices
secar los hechos de los antepasados
ponerles en un depósito del olvido
construir el amor en conceptos
cambiar todo
en tristezas arruinadas
pero el mundo
el mundo
está perdido a veces
en la encrucijada entre muerte y ganancia
donde se muere
en indiferencia y silencio
Betleem, Jerusalén, Nazaret, 5 – 8 abril 2023
el poema que yo he escrito
antés de nacerme
mientras la luz me abría la puerta hacía la eternidad
este instante
oh el instante
en el cual todo el universo encontraba un lugar
en mi grito
para siempre y una muerte
camino andando a través de un pueblo
casas viejas
cubridas de polvo y de soledad
de alguna parte
de un radio con parasitos
se oía una música antigua
parecía estar soló para los cardos
perseguidos por el viento
que corta el día
en franjas de luz descolorida
huellas de pasos en el lodo seco
un ladrido
llena de repente el lugar de espera
entonces
el silencio
ocupa el camino
detrás y frente de nosotros
sombra en el tiempo
el pueblo ha quedado replantado
en un pliegue del atardecer
que fluía en los colores del pasado
detrás de nosotros
la ciudad pequeña
la primera casa que me recuerdo
está ahora sólo en mi memoria
el camino hacía ella
está poblado por pensamientos y pedazos de imágenes
entre los cuales
yo aún oigo gritos
„pistachio, cacao, vainilla!”
me parece que veo el viejo tártaro
con su cara más vieja que el mundo
su burro pequeño
aparejado en su silencio
arrastraba la caretilla desde pasado hacía nosotros
Teofil el gitano
mi amigo más allá del tiempo
me hace señas desde su última lágrima
antes de acurrucarse
en un rincón de la eternidad
en la calle larga
confinada en tiempos pasados por las casas de los hombres de negocio
salidas también en el olvido
un perro vagabundo
vestido en un sueño sobre silencio y algun hueso
goteaba como una herida del tiempo sobre la acera
no quise ver si el reino de los dulces
confitería
había quedado allí
fuí cerca de la que no fue cambiada
del recuerdo
en algún lugar cerca de un escaparate
yo miraba del hondo de mi infancia
las maravillas de chocolate
el molino
abandonado sobre la margen entre ayer y hoy
chillaba desde un marco rompido de ventana
quizas por compasión
los niños de antaño
no lo habían derribado hasta ahora
enfrente de la biblioteca
otro recuerdo olvidado
en el pequeño parque
mojado en el olor desde el río
un niño pulsaba el teléfono
mi padre me hacía señas de otros tiempos
desde la ciudad pequeña de mi infancia
Un pueblo abandonado
A Rumanía de hoy,
donde la eternidad muere poco a poco pueblo detrás de pueblo
los árboles han partido en exilio
siguiendo los hombres como unos perritos atados con sombra
algunos han muerto de verdad
arrastrandose hasta el margen del cementerio
estaciones sin nombre han fluido por el polvo del camino
capas de soledad cada vez más gruesas
entre las pisadas de los que han vivido
tejiendo los recuerdos entre las infancias
flores con fragrancias en el alma y los raices en el cielo
abandonadas por los niños
a la ribera de la charca de la cual el canto de las rana ha partido
los días
grises o mareados por la luz
desmontan cada noche
dejandose robados por las noches que visten el pueblo
donde no hay nadie que sueñe
entre las casas
un camino con alma petrificada anda a toda prisa
sólo él recuerda
que la eternidad nacío hace mucho tiempo en el pueblo
Sinope
La voz de los almuecinos
se había mezclado con las olas hace mucho tiempo
la voz ronca de algún barco
se fatigaba con las lejanias
El Bósfor
melindreaba bajo de los puentes
buscando un descanso temporal
en la palma llena de colores
hojas secas por luz y por susurros
del atardecer
miraban
hacía el día que vendrá
ellos hablarán sobre recuerdos
ya que su boda con el pasado se ha realizado
en el restaurante
encalado
como una mujer paseando sobre el acantilado
detrás de algún marinero
estaban sólo ellos
y sus silencio de arcilla
la luz de las lámparas
cayó con ruido
sobre la mesa
ellos han retirado sus manos
se han levantado
en sus almos
ya estaba el día siguiente
Constantinopol, bajo el puente Galata, agosto 2022
Traducción de Daniela Andronache

Marius Chelaru (n. 1961) es poeta, escritor rumano, editor, periodista cultural. Residencia: Iaşi. Ha trabajado como editor, editor principal, director y/ o colaborator de unas revistas/ casas editoriales del pais y de otros paises; él ha sido publicado en revistas literarias de todos los continentos. Está editor auxiliar de la revista „Convorbiri literare” (Conversaciones literarias), editor principal de la revista „Poezia” (Poesía) y otras. Está miembro de numerosas asociaciones profesionales nacionales (La Unión de los Escritores de Rumanía, El club Junimea, Iaşi, La Sociedad Rumana de Haiku, La Sociedad de Haiku Constanţa y otras) e internacionales (World Haiku Association, Japón, „Haiku Foundation”, SUA-Canada, Japan Universal Poets Association, Kyoto, Japón, colaborador de ASLRQ y otras). Sus poemas estan traducidos en más de 35 lenguas extranjeras; sus volumenes personales han sido traducidos en más de 20 lenguas extranjeras (árabe, chino, japonés, turco, alemán, francés, inglés, tártaro, búlgaro etc.). Sus poemas han sido publicados en más que 100 antologías de todos los continentes. Para su creación ha recibido numerosos premios y distinciones nacionales e internacionales.
Semblanza y fotografia proporcionadas or Julio César Bustos
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