Poesía de Marius Chelaru

almas llenadas de frío

 

 

 

el mundo

 

parece

 

a veces

 

perdido entre dos recuerdos

 

de los cuales no quiere saber más

 

 

 

 

 

los libros

 

santos o no

 

estan re-pesados (no re-leidos)

 

por analfabetos anímicos que les visten en soledad

 

 

 

el cielo

 

con todos sus ángelos

 

está cerrado con cadenas en un baúl

 

con paredes de conceptos extraños

 

 

 

 

 

las semillas del odio reaniman por entre la gente

 

las lágrimas son matadas

 

las almas llenan de frío

 

las esperanzas

 

vestidas en negro

 

 

 

caminan en un largo cortejo fúnebre

 

seguidas por miradas amputadas de empatía

 

 

 

la muerte

 

anda feliz crece como un árbol de obscuridad

 

con sus raices en las almas  de la gente

 

 

 

se extende entre los dedos esparcidos

 

por los cuales los poderosos del mundo jugandose con el planeta

 

nos miran reyendo a boca llena

 

 

 

los gentios quieren cortar sus raices

 

secar los hechos de los antepasados

 

ponerles en un depósito del olvido

 

construir el amor en conceptos

 

cambiar todo

 

en tristezas arruinadas

 

 

 

 

 

pero el mundo

 

el mundo

 

está perdido a veces

 

en la encrucijada entre muerte y ganancia

 

donde se muere

 

en indiferencia y silencio  

 

 

 

 

 

            Betleem, Jerusalén, Nazaret, 5 – 8 abril 2023

 

 

 

 

 

el poema que yo he escrito

 

antés de nacerme

 

mientras la luz me abría la puerta hacía la eternidad

 

 

 

este instante

 

 

 

oh el instante

 

en el cual todo el universo encontraba un lugar

 

en mi grito

 

para siempre y una muerte

 

 

 

 

 

camino andando a través de un pueblo

 

casas viejas

 

cubridas de polvo y de soledad

 

 

 

de alguna parte

 

de un radio con parasitos

 

se oía una música antigua

 

 

 

 

 

parecía estar soló para los cardos 

 

perseguidos por el viento

 

que corta el día

 

en franjas de luz descolorida

 

 

 

huellas de pasos en el lodo seco

 

 

 

un ladrido

 

llena de repente el lugar de espera

 

 

 

 

 

entonces

 

el silencio

 

ocupa el camino

 

detrás y frente de nosotros

 

 

 

sombra en el tiempo

 

el pueblo ha quedado replantado

 

en un pliegue del atardecer

 

que fluía en los colores del pasado

 

detrás de nosotros

 

 

 

 

 

la ciudad pequeña

 

la primera casa que me recuerdo

 

está ahora sólo en mi memoria

 

el camino hacía ella

 

está poblado por pensamientos y pedazos de imágenes

 

entre los cuales

 

yo aún oigo gritos

 

„pistachio, cacao, vainilla!”

 

me parece que veo el viejo tártaro

 

con su cara más vieja que el mundo

 

su burro pequeño

 

aparejado en su silencio

 

arrastraba la caretilla desde pasado hacía nosotros

 

 

 

Teofil el gitano

 

mi amigo más allá del tiempo

 

me hace señas desde su última lágrima

 

antes de acurrucarse

 

en un rincón de la eternidad

 

 

 

en la calle larga

 

confinada en tiempos pasados por las casas de los hombres de negocio

 

salidas también en el olvido

 

un perro vagabundo

 

vestido en un sueño sobre silencio y algun hueso

 

goteaba como una herida del tiempo sobre la acera

 

 

 

no quise ver si el reino de los dulces  

 

confitería

 

había quedado allí

 

fuí cerca de la que no fue cambiada

 

del recuerdo

 

en algún lugar cerca de un escaparate

 

yo miraba del hondo de mi infancia

 

las maravillas de chocolate

 

 

 

el molino  

 

abandonado sobre la margen entre ayer y hoy

 

chillaba desde un marco rompido de ventana

 

quizas por compasión

 

los niños de antaño

 

no lo habían derribado hasta ahora

 

enfrente de la biblioteca

 

otro recuerdo olvidado

 

en el pequeño parque

 

mojado en el olor desde el río

 

 

 

un niño pulsaba el teléfono

 

 

 

mi padre me hacía señas de otros tiempos

 

desde la ciudad pequeña de mi infancia

 

 

 

 

 

Un pueblo abandonado

 

 

 

A Rumanía de hoy,

 

donde la eternidad muere poco a poco pueblo detrás de pueblo

 

 

 

los árboles han partido en exilio

 

siguiendo los hombres como unos perritos atados con sombra

 

algunos han muerto de verdad

 

arrastrandose hasta el margen del cementerio

 

estaciones sin nombre  han fluido por el polvo del camino

 

capas de soledad cada vez más gruesas

 

 

 

entre las pisadas de los que han vivido

 

tejiendo los recuerdos entre las infancias  

 

flores con fragrancias en el alma y los raices en el cielo

 

abandonadas por los niños

 

 

 

a la ribera de la charca de la cual el canto de las rana ha partido

 

los días

 

grises o mareados por la luz  

 

desmontan cada noche

 

dejandose robados por las noches que visten el pueblo

 

donde no hay nadie que sueñe

 

 

 

entre las casas

 

un camino con alma petrificada anda a toda prisa

 

sólo él recuerda

 

que la eternidad nacío hace mucho tiempo en el pueblo

 

 

 

 

 

Sinope

 

La voz de los almuecinos

 

se había mezclado con las olas hace mucho tiempo

 

 

 

la voz ronca de algún barco

 

se fatigaba con las lejanias

 

 

 

El Bósfor

 

melindreaba bajo de los puentes

 

 

 

buscando un descanso temporal

 

en la palma llena de colores

 

hojas secas por luz y por susurros

 

del atardecer

 

 

 

 

 

miraban

 

hacía el día que vendrá

 

ellos hablarán sobre recuerdos

 

ya que su boda con el pasado se ha realizado

 

 

 

en el restaurante

 

encalado

 

como una mujer paseando sobre el acantilado  

 

 

 

detrás de algún marinero

 

estaban sólo ellos

 

y sus silencio de arcilla

 

 

 

la luz de las lámparas

 

cayó con ruido

 

sobre la mesa

 

 

 

 

 

ellos han retirado sus manos 

 

 

 

se han levantado

 

 

 

en sus almos

 

ya estaba el día siguiente

 

 

 

 

 

          Constantinopol, bajo el puente Galata, agosto 2022

 

 

 

 

 

Traducción de Daniela Andronache

 

 

 

 

Marius Chelaru (n. 1961) es poeta, escritor rumano, editor, periodista cultural. Residencia: Iaşi. Ha trabajado como editor,  editor principal, director y/ o colaborator de unas revistas/ casas editoriales del pais y de otros paises; él ha sido publicado en revistas literarias de todos los continentos. Está editor auxiliar de la revista „Convorbiri literare” (Conversaciones literarias), editor principal de la revista „Poezia” (Poesía) y otras. Está miembro de numerosas asociaciones profesionales nacionales   (La Unión de los Escritores de Rumanía, El club Junimea, Iaşi, La Sociedad Rumana de Haiku, La Sociedad de Haiku Constanţa y otras) e internacionales (World Haiku Association, Japón, „Haiku Foundation”, SUA-Canada, Japan Universal Poets Association, Kyoto, Japón, colaborador de ASLRQ y otras). Sus poemas estan traducidos en más de 35 lenguas extranjeras; sus volumenes personales han sido traducidos en más de 20 lenguas extranjeras (árabe, chino, japonés, turco, alemán, francés, inglés, tártaro, búlgaro etc.). Sus poemas han sido publicados en más que 100  antologías de todos los continentes. Para su creación ha recibido numerosos premios y distinciones nacionales e internacionales.

 

 

 

 

 

Semblanza y fotografia proporcionadas or Julio César Bustos

 

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