Poemas de Pedro Licona

Para afirmar los pies de los hombres sobre la tierra Ajena

 

Cuando las luces se revuelcan en el silencio

 

La noche llama a la calma,

 

Las voces brotan del polvo

 

Disecan los soles, las angustias

 

Y destruyen las montañas por orden del necio vigilante.

 

 

 

Comienza al fin la hora de vigilia

 

Luego del sueño, la intención.

 

Se sacuden las orejas del migrante,

 

Y cae una cascada de luces desde el cielo,

 

Para afirmar los pies de los hombres sobre la tierra ajena.

 

 

 

 

 

Descansaremos un día de aquellas estrellas

 

La revolución anunciada en los pueblos predice la masacre de

 

las ideas constantes,

 

La huida de las ideas indecisas impide la salida del eterno

 

ciclo

 

Donde los desorientados sufrirán por culpa de la mala razón.

 

 

 

Descansaremos un día de aquellas estrellas pregonando

 

libertad

 

En la política, la sociedad,

 

El afecto, la economía, la religión,

 

En procura de la transparencia de los principios traslúcidos

 

como el agua

 

Y ardientes como las hogueras que a tantas generaciones han

 

beneficiado.

 

 

 

Hallaremos la salida a campo abierto,

 

Donde el aire, el sol, el agua, el fuego, no sean contaminados

 

Con la mala fe de los ociosos, amantes de las verdades

 

absolutas.

 

 

 

 

 

El vaivén de todas las promesas

 

Es mera ilusión dar un paso adelante

 

Con deseos de rozar la piel con otra piel,

 

Sin causar daño,

 

Sin remover angustias.

 

 

 

Pero los ojos son las ventanas de la dicha,

 

Establecen cómo y cuándo congelar el avance de la prisa;

 

Armonizan el progreso de los deseos escritos en el corazón del

 

hombre o de la flor.

 

 

 

Y a un golpe de luz los caminantes recogen sentidos,

 

Juzgan colores, sudores, creencias, ceremonias, rutinas,

 

Para allanar el avance de un camino o consentir el nado contra

 

la corriente.

 

 

 

Al final, cansados de cerrar y abrir compuertas

 

Los hombres cancelan la canción de la jornada

 

y se entregan al vaivén de todas las promesas.

 

 

 

 

 

Cuál es el tamaño de la ilusión

 

Los hombres se animan a cambiar de lugar,

 

Se entregan a la lucha alrededor de una idea

 

o a la propiedad de un pedazo de suelo.

 

 

 

Así extirpan el concepto de hermandad, sinceridad

 

Y los enviados del destino reclaman posesión,

 

Confían en la estirpe que abandona y rehace el duelo

 

Sin preguntar cuál es el tamaño de la ilusión

 

Y quién sustituye el pedazo de cielo donde los han desplazado.

 

 

 

 

 

Ha renacido la locura en la mente del vecino

 

Vuelve a correr el mapa que lleva el niño nacido en otro

 

paisaje

 

Regresa el señalamiento, el desdén, el odio, la sinrazón.

 

 

 

Ha renacido la locura en la mente del vecino

 

Quien no soporta el hedor de los jugos concentrados en su

 

piel,

 

No soporta la mirada de quien se ha convertido en la grieta de

 

una obsoleta realidad:

 

 

 

Se ha cancelado el muro de la conciliación y la esperanza.

 

Renace la barbarie.

 

 

 

Nota: Los anteriores son poemas tomados del libro Fronteras, Editorial Caza de Libros, Ibagué, Colombia, 2024.

 

 

 

SI LOS PÁJAROS DEJAN DE CANTAR

 

1

 

Si los pájaros dejan de cantar

 

Al escuchar la sirena de la muerte

 

Es porque ellos toman en serio a la vida.

 

 

 

Los pájaros saben de antemano por los libros viejos que

 

Ayer, hoy y mañana nadie puede amputar los brazos del bosque

 

En ninguna de las estaciones

 

Y está prohibido a los hombres rodar cuesta arriba.

 

 

 

Gocemos pues el milagro de la vida

 

 en todas sus presentaciones:

 

                                la guerra no es un compromiso.

 

 

 

 

 

PEDIMOS EL ARRESTO DEL CULPABLE

 

5

 

Pedimos el arresto del líder

 

Culpable del llanto, el sofoco que altera la vida,

 

Quien sacude el bienestar de pueblos y ciudades.

 

 

 

Pedimos silencio a tantas botas sobre el pavimento

 

Las que arrugan el corazón

 

Resuenan en los bosques

 

Alteran el canto de los pájaros

 

 con disparos, destrucción y muerte.

 

 

 

Pedimos el arresto del culpable

 

O una condena que ordene sus pensamientos

 

En torno a la buena fe, las buenas acciones.

 

 

 

 

 

CAERÁN OTRAS BOMBAS

 

10

 

Alguien habló de lo imposible

 

de bañarse dos veces con la misma agua del río

 

Pero a veces volver es necesario

 

Como el regresar a la ciudad

 

A donde viste la luz por vez primera

 

no   importa si encuentras todo arrasado.

 

 

 

De allí a ser patriota existen algunas ventajas:

 

Ser soldado para los momentos donde la defensa es justa

 

Ser Hombre, mujer, niño del común

 

Profesional de una ciencia cualquiera

 

Practicante de todos los oficios

 

Político que jura conseguir la derrota del enemigo

 

En ese pueblo, donde te bañaste mil veces

 

No importa en qué río

 

Ni con qué agua.

 

 

 

Luego de la guerra, la lluvia desleirá las cenizas

 

Aunque caerán otras bombas

 

y el pueblo se encomendará a su dios, o a nadie.

 

 

 

 

 

A PESAR DE CONOCER EL ALCANCE DE NUESTRO IMPULSO

 

16

 

Un día le damos ánimo al valiente

 

También oramos, rezamos por su vida.

 

 

 

Un temblor atroz carcome nuestro cuerpo

 

Una gota de cansancio contrae las entrañas

 

Y al final pensamos en tantos rodeos repentinos

 

Tomamos el fusil y regresamos

 

A pesar de conocer el alcance de nuestro impulso.

 

 

 

¡Tonto, ciego, estúpido!  Grita mi vecino

 

Y Yo abro el pecho para atrapar la bala que viene

 

En procura de cualquier dueño.

 

 

 

Poemas tomados del libro Está Prohibido Rodar Cuesta Arriba, Editorial Caza de Libros, Colombia, 2022.

 

 

 

 

 

JACK HIRSCHMAN

 

 

 

 

 

 Jack no está de humor,

 

Se ha marchado, de veras.

 

 

 

Anda en busca de otras mañanas

 

Donde todos deben estar vivos

 

Luego de recorrer patios ajenos y regresar

 

De Nueva York a San Francisco.

 

 

 

Queda su alma en la cima de todos los caminos

 

Expuesto su cuerpo a voluntad pública

 

Luego de un suicidio premeditado

 

De esos que envejecen de muerte natural, se cansan

 

Al bordear los 87 años.

 

 

 

No lo busquen más

 

Se llevó las armas de matar

 

Y las de vivir

 

Para arruinarle la fiesta a la desigualdad

 

Y a la hipocresía que crece

 

Como el moho en las paredes abandonadas.

 

 

 

No lo busquen más: no está de humor,

 

                                Se ha marchado, de veras.

 

              

 

 

 

                       JACK NO ESTÁ

 

 

 

Se han salpicado mis huesos,

 

Olorosos a ira contenida

 

Hoy que me he raspado las rodillas

 

Envejecidas, burlonas

 

Haciendo del destino una larga colcha

 

Sin principio y sin final.

 

 

 

Jack no está, no estará en las andanzas

 

Que muestran la pasión del hombre

 

Por todo aquello que desea conocer

 

Y luego usar.

 

 

 

 

 

COMO “EL HUESO DE LOS DESEOS”

 

 

 

Ensordecedor el ruido de las bombas, siempre caen

 

Donde no se debe estar, siempre caen

 

Como “el hueso de los deseos”

 

Luego de batear enojos de aquí para allá

 

Sin importar el frío de otoño

 

O el calor de un largo verano, sin final.

 

 

 

Jack, Jack, vas de la luz a la oscuridad

 

Contemplando esa bola de fuego ante el sol

 

Que asemeja las luces de todas las guerras,

 

Los golpes del enemigo despiadado, gruñendo de alegría.

 

 

 

 Las bombas siempre caen, deben caer.

 

 

 

 

 

AL OTRO LADO DE LA CALLECITA

 

 

 

Idiota la luz de los días

 

Ilusionada por alumbrar las ventanas

 

Donde sólo hay ojos asustados

 

Luego de la invasión

 

Luego del desarraigo.

 

 

 

Quedan allá afuera los indigentes, desfavorecidos, desaparecidos

 

Alumbrando desde Afganistán, Palestina, Nueva York, Caracas

 

Y los perros que vigilan las puertas

 

Por donde huye el pan deseado

 

Al otro lado de la callecita

 

Pronunciada dulcemente por estos labios

 

Que se abrirán en otros días para ti.

 

 

 

 

 

UN POEMA PARA JACK

 

 

 

Escribiré un poema

 

Delgado como el aire

 

Hasta las profundidades de tu corazón roto.

 

 

 

No escaparás a su insistencia

 

Ahora que el tiempo no pertenece a la vida

 

Ahora que las sentencias del hombre envainaron sus espadas

 

Y la luz eterna brilla en tu faz, por primera vez:

 

                                        “vete cantando y girando hacia la gloria”.

 

 

 

Poemas tomados de la Revista Festival. Homenaje a Jack Hirsman, Neiva, Huila, Colombia, Noviembre 2021.

 

 

 

 

 

Nadie ha caído sobre el lecho de las calles

 

aunque algunas ondas desconocidas insisten

 

en zambullirse oídos adentro

 

como si buscasen respuestas en las paredes de un desierto.

 

 

 

Si el fulano

 

Con la mirada perdida

 

Exige se terminen las sacudidas del dolor

 

Arrópalo con el sagrado manto de la oscuridad

 

Luego dale a beber cuotas instantáneas de luz.

 

 

 

No interrumpas la cuerda de la alegría

 

Hija de la magia encorvada

 

 entre una y otra descarga de incredulidad.

 

 

 

 

 

Se estrellan las miradas en el traje de la novia

 

Cuando las luces de la galaxia reclaman redención

 

Los transeúntes de hoy no llegan al destino

 

Algo ininteligible les llenó los oídos de extraños mensajes

 

Que parecían claves exactas de buenos recuerdos.

 

 

 

Nadie llegó en su auxilio

 

Solo dicen fueron tomados de la mano

 

Y luego cayeron ovillados en el rincón

 

donde el placer se regodea con el engaño de la luz

 

y sin razón aparente

 

se niega a regresar.

 

     

 

 

 

No escuches la seriedad del viento

 

La insistencia de la sirena callejera

 

Que llama a los paisanos

 

Para encerrarlos en lamentos perdidos, lejanos.

 

 

 

No creas en los territorios del desamparo

 

Son raros llamados del miedo

 

Desterrados silencios

 

Luego de la zozobra y la distancia

 

Que marcan la fascinación por ti.

 

 

 

Sigue el rumbo de los días

 

Y deja vivir

 

Aunque parezcas una extraña habitante en el diario de la ciudad

 

 

 

Poemas tomados del libro inédito El Ulular de las Sirenas, 2021.

 

 

Pedro Licona (Pedro Adán Caicedo Licona). Nació en Quibdó (Chocó), Colombia, 5 de enero de 1948. Estudió Filología en la Universidad Libre, Bogotá. Topografía en la Universidad de Córdoba. Montería. Fundador de la Casa de Poesía del Huila, que luego se llamaría Organización Casa de Poesía (1995-2016). Coordinador de la Biblioteca Departamental Olegario Rivera (1994-1995). Neiva. Editor de la página de Literatura Diario La Nación (1995-2000). Director de las revistas de literatura: Espiral (1995-2008) y Festival (2019).

 

 Ha publicado obras técnicas y literarias, entre ellas: Lámparas de mi Tierra(cuentos), 1983; Campeón de Sueños (1984); Memorias del Tiempo (poemas), 1989; Crónica Poética del Huila (compilación, 1998; Viaje a Pie al Akasha (poemas), 1991; El Toque del Tiempo(poemas), 2009, Sambapalo(novela), 2011; Tiempo de Gracia(novela), 2014; Encuentros (poemas. Bilingüe), 2019, Está Prohibido Rodar Cuesta Arriba (poemas. bilingüe), 2022; y medio centenar de títulos más.

 

Participante en los Encuentros Mundiales de Poesía, Santiago de Cuba (1995, 1996). 28th Festival Internacional de Poesía de Medellín, 2018.

 

Sus poemas y entrevistas han sido   publicados en revistas nacionales y extranjeras: inglés, italiano, serbio, árabe, chino, rumano, uzbeko.  Hace partes de las antologías Quién es Quién en la literatura Colombiana, 1995, Poetas de Fin de Siglo (1999), Puentes de Agua (2015), Antología Mundial de Poetas (Fernando Sabido), 2017; Tree Antology, Ministerio de Cultura de Dubai; Arte y Conciencia, México 2022. Hace parte de las Fonotecas:  Red Door, Dinamarca (Copenhague), Universidad Jorge Tadeo Lozano (Bogotá), Universidad de los Andes (Gestos de Poesía 2022), Poéticas BCN, Barcelona, España, 2020.

 

Reconocimiento de la Oficina de Relaciones Culturales de la India, Niranjai Desai, 1993; Ganador del Sahito International Award (categoría Recolonización), 2023, Mención de Honor en el V. Memorial Terekhov, Rusia, 2023.

 

 

 

Semblanza y fotografía proporcionados por Pedro Licona

 

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