Poemas de Sergio Antonio Chiappe

 

De El árbol de los ahorcados

 

 

 

He decidido

 

 

 

He decidido salir a la noche,

 

antes de irme apagaré las luces,

 

echaré llave a la puerta,

 

sellaré las ventanas.    

 

 

 

Caminaré hasta convertirme en árbol.

 

 

 

Cuando crezcas y me perdones

 

colgarás en mis ramas un columpio.

 

 

 

En los días fríos me abrazarás con fuerza,

 

juntos aguardaremos que el viento pase

 

arrancándonos algunas hojas.

 

 

 

Claroscuro

 

 

 

Me va gustar este lugar,

 

 

 

en la colina levantaré mi casa de tierra negra,

 

sembraré un árbol en los linderos del patio,

 

cuando crezca lo justo

 

me dará sombra en el tiempo del silencio.

 

 

 

Con mi silueta jugaremos a las adivinanzas;

 

quién es el río,

 

quién la barca.

 

 

 

Un eco de campanas anunciará el ocaso,

 

la estación del claroscuro.

 

 

 

Me va gustar este lugar,

 

 

 

el viento roza las espigas con sus guantes blancos.

 

 

 

 

 

De La persistencia de las lágrimas

 

 

 

Tu cuerpo caminito de termitas

 

 

 

Conozco tu cuerpo,

 

cada fisura,

 

cada pequeña sombra.

 

 

 

tu cuerpo mar:

 

100 velas desplegadas,

 

las lunas de todo un siglo.

 

 

 

tu cuerpo tierra:

 

canto de maderos,

 

aire de ocarinas.

 

 

 

Tu cuerpo en mi cuerpo

 

descontando instantes,

 

depurando memorias:

 

 

 

perfecto salón de espejos.

 

 

 

Tu cuerpo caminito de termitas, 

 

renovándose en el tiempo

 

y el tiempo pendulando imperturbable.

 

 

 

Tu cuerpo, las lunas de todo un siglo.

 

 

 

47 años

 

 

 

Aún dibujo colinas,

 

colibríes

 

y redondos soles anaranjados en papelitos blancos

 

que sobreviven en la memoria

 

 

 

garabateo las ventanas empañadas

 

y las esquinas de los espejos

 

 

 

aún reviso bajo la cama antes de acostarme.

 

 

 

Salgo a la lluvia y pateo charcos,

 

fotografío las cortezas de los árboles,

 

los abrazo

 

buscando aquietar mi mente.

 

 

 

De vez en cuando robo en las cafeterías

 

papeletas de azúcar que nunca uso.

 

 

 

47 años

 

y sigo adivinándote en las caprichosas

 

formas de las nubes.

 

 

 

No sé cómo más aplacar tu ausencia.

 

 

 

 

 

De La curvatura del tiempo

 

 

 

Metáfora

 

 

 

Cierro la puerta del frente

 

y dejo abierta una ventana lateral,

 

por allí la luz del aire inunda las estancias.

 

 

 

Tengo impregnado el olor del agua

 

y de los maderos de viejas astas

 

 

 

me muevo constantemente entre claridades y penumbras.

 

 

 

En mis aleros perdura el canto de los amaneceres

 

y el martilleo de la lluvia.

 

 

 

He saboreado la dulzura de amargos frutos

 

y he llorado la congoja que se oculta en los días felices.

 

 

 

Con mi techo de cuatro aguas

 

he acariciado la liviana piel del viento.

 

 

 

Yo soy mi casa,

 

una casa que aún se está escribiendo.

 

 

 

Esperanza

 

 

 

Siempre habrá un hilo de luz

 

colgando de ninguna parte.

 

 

 

Un hilo

 

que soporte todo nuestro peso

 

 

 

un hilo

 

de donde sostenerse

 

 

 

que no se rompa

 

por más que sople el viento.

 

 

 

Un hilo de luz en la boca del abismo.

 

Sergio Antonio Chiappe Riaño (Bogotá, Colombia, 1972). Tecnólogo Químico, Poeta y Gestor Cultural.

 

Tiene publicado: El árbol de los ahorcados (Rosa Blindada Ediciones, Cali, 2017), La persistencia de las lágrimas (La Sociedad Perdida, Pasto 2020) y La curvatura del tiempo (Abra Canarias Cultural, Islas Canarias, 2021).

 

Poemas suyos hacen parte de antologías publicadas en Colombia, España, Perú, Chile e Islas Canarias.

 

Coordinó el Tercer Festival de Poesía de Neiva, Colombia, 2020. Administra el blog de poesía El Claroscuro.

 

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por Sergio Antonio Chiappe Riaño.

 

Escribir comentario

Comentarios: 2
  • #1

    Teresa Chiappe (domingo, 13 febrero 2022 09:58)

    Felicitaciones querido sobrino, tu imaginación no tiene limites

  • #2

    Martha Lucía (miércoles, 16 febrero 2022 22:21)

    Un sororo abrazo Poeta y cómplice de muchas lunas. Éxitos en todo tu andar profunda poesía que enarbola figuras y metáforas finamente escogidas.
    Gratitud infinita a la vida por conocerte y compartir el deleite poético.