i
Mi amor baila por las madrugadas
con sombras y polillas
de esfingería
-base para improvisar: olas del mar
Se desgastan bellamente
En medio de graffitis y señales de humo
Mientras
las nubes se están prendiendo de las puntas de tus dedos
como si estuvieras en Pisac
Ojos de mar nocturno en que florece el reflejo
De la luna
El barrio de la noche con
Raras sonrisas tajeadas
-los latidos son bombo y clap.
ii
Si llueve iré al templo de Shiva a rezar con la ropa mojada
Le dije a Evelina
cantante de luz blanca sobre nieve
Andina
antiguo amor negro
amor antiguo de la selva
un sol que me desdibuja
traza silencio
-base para improvisar: olas del mar
clavel del aire
Me abismo en
Bosques del matiz
Demórate en el morado
crepé de las tardes marinas
Cacao de Chazuta
Almendras de Moyobamba
Ron con toronjil
Manos curvas
Tus senos
Versos libres
Un poema como la abeja de la orquídea
verdoso brillante negro
se asfixia en la flor
luego escapa volando
no sin antes secar sus hialinas alas
Llámenle amor si quieren.
iii
Ikebana
Flores flores muchas flores
-Héctor Lavoe
Corimbo
racimo
umbela
cima
Cerezo que ilumina nítida flor Buda de la alegría
infinitos bytes destellando en la mente
caída en picada de notas de sinfonía silente
pétalos de materia oscura entre galaxias
otras flores
escarcha de las alturas del Ausangate
arena blanca donde cangrejitos rojos escriben haikus
Flores colores limón en los pareos de las deidades idas del verano
jazmín perfume de los burdeles donde nació el jazz
Queridas y sencillas flores de los acantilados de la Costa Verde
Carcajada cruel de volcanes
flores
con raíz en el centro de la tierra
Yemayá bailando reggae en la flor playa lunar
ola adiós
Duna
Nervio de la noche fructífera flor
Aguja de tocadiscos sobre un vinilo mortal equilibrio flor
Orquídea fulgurante acuarela de links al último Vacío
Crisantemo ruido blanco pecios de naufragios esperados
Abismo donde el mar se nombra a sí mismo
Floripondio musical
Huachumera
Rompeola cortafuego pararrayos
Laúd de alud
Cielo digital de madrugada con nube concreta
bienvenida vibrante flor vino
aleteo de Abadón
Asfódelo sobre cítara rota en la isla de Naxos
Cólquico en la memoria lila de Guillaume
Quinua azul ayacuchana
Retama en sombreros de danzantes
Mirada última íntima nostálgica sencilla flor del desierto
Añorado incendio del Sistema
Partitura que se escribe sola intuición certera
Estrella cualquiera
Vista por el soldado que regresa de su sueño añoranza de chocolate caliente
lenguas bífidas de obsidiana o
Lenguas retráctiles de terciopelo
garra recorriendo la noche como flor viaje sin retorno
Flores pezones
En el valle del presente dócil rebaño
Latido de baterista
Furor de toda la banda
flor Nirvana
Esa estación hecha de estampitas a la Virgen de las Nieves
en las saliente de la montaña yo y mi buen amigo éramos una flor entre la niebla
El Silencio es una flor
Orquesta de la cuesta de endorfina
bandada de cristal
botes de pesca artesanal dispersos
Destellos
Sobre el mar
Música para los reales fuegos artificiales y danza fija
Coro incrustado en el cerebro de Dios ramo
Flor acelerador de adrones
Flores
Niños juegan en el patio de un colegio de la Selva del Perú
Flores
Cuencas hidrográficas como tatuajes borrándose en la piel de la Pacha
Flores
Archipiélago
Flo eres
Cordillera de Cusco a Vrindavam
De la tristeza
Aprendí el sublime arte del ikebana
Y también aprendí
Que si unes con una cinta celeste tu corazón al Río
Podrías navegar libre
Todo el tiempo que tu voluntad sea canción
El árbol sonríe y silba tonadas que los pájaros han de dispersar
Por tu ciudad hambrienta
Si tan solo supiéramos escuchar con más atención
A las flores
¡Pero andamos tan ocupados!
iv
Como el azogue gota a gota
escribo
bramo como las olas
contra los edificios podridos
y las calles enfermas
Como el azote que brota
de tu más sencilla alegría
escribo
del hambre y del silencio
pasillos sin fin
patios secos sin gracia
Por qué no te sientas en esta blanca avenida
y mendigas conmigo
una mirada
como un verso escondido?
No podemos olvidarnos de nuestra triste gloria
Irrepetible
Es nuestra y a veces nos mantiene vivos
cuando la policía nos muele a palos
Y duele algo que se siente y no está en el cuerpo
Y aún así bailamos
susurrando canciones como ésta
“Mientras la gente indiferente
se da cuenta”.
v
Y de pronto esta ansiedad de amarte
De hacer parkour en el cementerio juntos
Al ritmo de raps que son como estrellas en la negrura:
Below the
bam
Below the boo
Below the bamboo
Asumir esta tristeza y tratar de escribir entonces Estaciones:
Invierno
Billie Holiday
y Billie Elish
Toman un pisco
Solo queda sonreír
Lo bien que se siente
la tibieza de esta tristeza
Luz de hielo.
Otoño
Los monos chillan en la ciudad
en cuarentena
los versos dictados por el sueño son tarjados por el insomnio
La luna promete un plato de lentejas
a jóvenes poetastros congregados en una azotea
Con alcohol en torno al Hielo
El insomnio diseña pieles de jaguar
El tráfico de besos cruza el aire
bandada de murciélagos
La selva de cemento comprende
que la hierba no desespera
y sabe reinar sobre la faz de la muerte.
Primavera
Tenue arroyo de sangre danza en la brisa
afilas tus garritas
en el terciopelo de las hojas de geranio
Pequeño tigre azul
corazón de bambú
que acechas entre tiestos murmurantes.
Verano
Sol y nenúfar libre
sobre las ondas de una laguna
Dulce Chopin
Huachuma
que florece en la noche desértica
con tu cinta roja atada alrededor
Místico Beethoven.
vi
(Afterparty)
Dulce canto
no es más que orilla
mi impecable soledad no
sabe acostumbrarse al sol ni
siquiera a la luz de los ojos de otros humanos
Estoy desolado por una pasión de mar
Como un pálido huracán
Solitario
He hallado
Este poema:
Calidad de los tajos puros
Trémula estrella al final de tu lata de spray se refugia como fiera
Que sobrecoge la textura ríspida de esta noche
Harto de los amigos que fingen su muerte cada finde y resucitan el Día de los muertos
Harto de la chica que finge no me ama pero me ama secreta y filosamente
Harto de los festivales de poesía enumerando calaveras
Harto de las mañana nubladas y luego el día que se rasga por un sol semivivo
Harto de mí
Sobre todo de mí
De un mí
Ese yo que no quieres y odias y esquivas
animal de claroscuros
De sed
Seda
Estas hecha.
LUDWIG SAAVEDRA. Lima, 1985.
Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado las plaquetts de poesía: Florece, 2009. El mar de vinilo, 2015; ambos con el sello Paracaídas editores; los poemarios Los arrecifes, edición cartonera a cargo de Amaru Cartonera, Hartado de sonidos y Al pie de la explosión, 2017 y 2018. Ha participado en diferentes festivales de poesía, ferias de libro, en Perú, Ecuador, Chile, Bolivia y el norte argentino. Es declamador de poesía itinerante, docente de Literatura en colegios, librero, editor del sello Huachumera editorial y la Revista Latinoamericana de Poesía Obayareti. Prepara dos nuevos libros.
Semblanza y fotografía proporcionadas por Ludwig Saavedra.
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