Minificciones de Alberto Sánchez Argüello

 

LOS LOBOS

 

 

 

Ya están afuera. Los oigo acumularse tras los portones. Llegaron más pronto de lo que pensé. Media noche sin su presencia fue suficiente para invocarlos. Quisiera que entendieran que hice lo correcto, que durante décadas recorrí esta tierra siguiendo el trayecto celeste, hasta dar con su nido diurno. La encontré en el ático de una casa en ruinas, resguardada por una anciana ciega y siete candados. Arrasé con todo y la traje hasta aquí, a salvo de la fealdad de este mundo. Ahora se acercan en manada, rasgan las puertas y ventanas con ira. No les temo, tendrán que arrancarla de mi cuerpo exánime, porque mientras yo esté vivo la luna será mía, jamás de ellos.

 

 

 

Publicado en Miniaturas voraces con El Taller Blanco ediciones (Bogotá 2019)

 

 

 

 

 

EL PAÍS EN TUS OJOS

 

 

 

Se sientan en mi consultorio y me señalan sus córneas, quejándose de ardor y dolores crónicos. Procedo entonces con los exámenes y les muestro las imágenes captadas por las radiografías: las persecuciones, los gritos tras las paredes, las balas sibilantes, los uniformes que marchan, los cuerpos en las calles. Les explico que no puedo hacer nada, que sus nervios ópticos guardarán para siempre este horror, pero ellos se agarran de mi bata y me suplican que acabe con su sufrimiento. Me resigno entonces. Les hago firmar un contrato especial, les aplico anestesia y lentamente introduzco las pinzas metálicas en las órbitas de sus ojos.

 

 

 

Publicado en Miniaturas voraces con El Taller Blanco ediciones (Bogotá 2019)

 

 

 

LOS OTROS

 

 

 

Madre siempre nos prohibió entrar al bosque. Nos enseñó a buscar entre los edificios abandonados lo que necesitábamos y a guardar silencio por las noches. Los otros duermen más allá de los árboles nos decía, no los debemos despertar. Los mayores fueron los primeros en abandonar los restos de la ciudad. Dijeron que buscarían sobrevivientes y se internaron entre las ceibas para nunca regresar. Luego se fueron mis hermanas. Pensaban encontrar escorpiones o serpientes, cualquier cosa comestible que nos pudiese salvar. Las esperé durante meses, pero ellas tampoco volvieron. Soporté el tiempo que pude comiendo termitas, muriendo un poco cada día bajo la lluvia negra. Una noche, con mis últimas fuerzas, me arrastré hacia el campo de cruces y saqué lo que quedaba de madre. Esa noche, mientras desgarraba carne y huesos, más allá de las tierras yermas, en la oscuridad de la foresta, despertaron los otros.

 

 

 

Publicado en Naufragio de botellas con Quarks ediciones digitales (Lima, 2020)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VERGÜENZA

 

 

 

Era noche de luna nueva cuando Esther fue interceptada por tres hombres a una cuadra de su casa. Se la llevaron a un callejón y la violaron repetidas veces antes de acuchillarla. Un par de horas más tarde, Esther se levantó y caminó hasta su hogar. Entró en silencio, se cambió de ropa, cocinó y sirvió la comida. En el comedor su esposo le notó un goteo rojo en el abdomen y la condujo de inmediato a emergencias. Los médicos intentaron suturarla, pero no pudieron contener la hemorragia. La sangre se fue acumulando en pasillos y cuartos hasta inundar el hospital. Llegaron los bomberos y comenzó la evacuación. Los canales locales de televisión mostraron las corrientes escarlatas que entraban a las casas y centros comerciales. Un mes después, helicópteros militares rescataban sobrevivientes en todo el territorio y el presidente cerraba un trato migratorio con países vecinos. Los últimos testigos que vieron a Esther dicen que estaba en el techo del hospital, pidiendo disculpas, muerta de vergüenza.

 

 

 

Publicado en Naufragio de botellas con Quarks ediciones digitales (Lima, 2020)

 

 

 

 

Los inconvenientes de ser un narrador testigo

 

 

 

Cómo quisiera describirle un viaje a través de una antigua ruta serpentina, que lleva a cierto castillo, en el cruce entre Transilvania, Moldavia y Bukovina, bajo la gélida sombra de los Cárpatos, hogar de los hijos de la noche. Pagaría por contarle sobre la preciosa vista de una carretera en Colorado, que avanza Noroeste, hasta llegar a unos pinos hoscamente aferrados a la roca, que se abren para dejar lugar a un amplio rectángulo de césped verde en medio del cual, dominando todo el panorama, se levanta un hotel con ciento diez habitaciones, un jardín de setos con forma de animales y un cuarto que espera paciente la llegada de un niño. Moriría gustoso por hablarle sobre las naves de combate en llamas en el hombro de  Orión o los relámpagos resplandeciendo en la oscuridad cerca de la 26 puerta de Tannhäuser. Pero no puedo. Mi rutina de darle de comer a los perros y limpiar la casa no tiene ningún interés. Mejor búsquese un narrador omnisciente, de esos que revelan la oscuridad que habita en el corazón de algún personaje sádico y complejo. Es hora de servir croquetas.

 

 

 

Publicado en El diario del caos con Ediciones Sherezade (Santiago de Chile, 2020)

 

 

 

Terrores nocturnos

 

 

 

Abra los ojos. Deje que se acostumbren a la oscuridad. Esos puntos rojos que flotan frente a usted son imperfecciones naturales del humor vítreo, no son demonios danzarines. El sonido de las ramas crujiendo en el patio no lo producen monos carnívoros, son los alisios tropicales. La puerta que suena desde el fondo no la empuja un ser macilento con ojos de plata, simplemente no está bien cerrada. Así que baje de ahí, deje en paz al niño dormido, que usted pertenece debajo de la cama, junto a los demás monstruos.

 

 

 

Publicado en El diario del caos con Ediciones Sherezade (Santiago de Chile, 2020)

 

 

Alberto Sánchez Argüello (1976, Managua, Nicaragua). Psicólogo, minificcionista, autor de literatura infantil y juvenil. Fundador del colectivo microliterario nicaragüense y del sello literario Parafernalia Ediciones Digitales. Publicó Miniaturas voraces con El Taller Blanco Ediciones (Bogotá, 2019); Naufragio de botellas con Quark Ediciones Digitales (Lima, 2020); Mitología mínima con La Tinta del silencio (CDMX, 2020); El monstruo de mi madre con Anamá Ediciones (Managua, 2020); El diario del caos con Ediciones Sherezade (Santiago de Chile, 2021) y varios libros infantiles con LIbros para niños (Nicaragua); Santillana (Costa Rica) y Takatuka (España). Incluido en múltiples antologías, entre ellas Antología Iberoamericana de microcuento con editorial Torre de papel (Sucre, 2017); Tierra breve: antología centroamericana de minificción con Centroamericana (San Salvador, 2017); Cortocircuito: fusiones en la minificción, colección Ficción Express de Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Puebla, 2017) y Los pescadores de perlas: microrrelatos de Quimera con Montesinos (Madrid, 2019); Rockabilly: antología de minificciones con La Tinta del Silencio (CDMX, 2020); Brevirus: antología de minificciones con Revista Brevilla (Santiago de Chile, 2020) y Minificciones desde el encierro con Editorial Universidad de Guadalajara (Guadalajara, 2020). Algunas de sus minificciones han sido traducidas al inglés, portugués, italiano, alemán y vietnamita.

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por Alberto Sánchez Arguello.

 

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