Cuando yo era niña
abría la ventana
me asomaba
quería ser la rosa de alguien.
En la parte honda del ojo el agua
mete el dedo, decían
llévalo a tu frente
el triciclo de la cruz.
Un día por esta ventana
caerá mi vida
un leve parpadeo
la boca abierta
como en la primera comunión.
*
Tengo ganas de destino
de gente color topo
que alborote la tierra
de resurgir
desde el que ha sacudido a la muerte.
*
Por qué no desear
que las cosas bellas permanezcan,
que la mariposa no caiga
de sesgo sobre la flor en la tarde
o la tarde caiga sobre la mariposa
come un azulejo roto.
*
Esta renuencia invade el mar
ofrece té a las orillas
que ondulan sus dedos en la taza
recogen la espuma con la lengua
tu corazón despierta la mano un cobra
vislumbra el agua bordada de escalofríos
gira en el esqueleto como un argumento sinuoso
el caos de ser atravesados
por un doloroso silencio ajeno
sin ser ya atractivos para una emboscada
la medalla del rostro brillando vacía
el tañido que desgarra la plaza.
*
Dicen que la casi noche
tiene tiempo para mirarte
antes que las bandadas envuelvan el aire
descubran un descote desnudo
la hora sin pañuelo
el primer amor
el rostro de ella una flor
que la vida misma
no logra arrancar.
*
Soy una a quien la guerra
ha construido apartamentos de lujo
podrás ver una sombra ir y venir
una luz encenderse en los cuartos
besos que caen de los manteles al vacío
y una terraza en el piso de la esfinge
cosas que quieren ser vistas
en la posición del amor.
*
Cuando dos manos se rozan
se escapa toda la yema del amanecer
las atraviesa un adiós de gracia, una garganta
hostil a los ganchos, a las promesas
desplegada como en el alumbramiento
una alegría de miradas atraídas
por el olor vertical de los pinos
y una boca abierta en los nidos.
*
Todavía queda el tiempo de verte
pronunciar una vuelta de hojas
que en la eternidad
consolaron las cavernas
una oscuridad inmensa
y un beso descrito por el fuego.
*
El corazón caído en el suelo
es un animal que tu mano
levanta y observa
agitar sus patas en el vacío.
*
El cielo exhausto de febrero, vencido
tiene una claridad delicada verde botella
una profundidad de río
te intercambias con el atardecer
me confundo y no sé hacia dónde mirar
cuando le das al cielo su turno
en el momento en que oscurece
y el azul me deja sola
el vidrio del eurostar [1] retiene una sombra
herida por un reflejo
una divinidad pasajera
que en mis ojos
tiene sus cirios.
*
Me tratas como la arena
que tiene los dedos llenos de conchas
como si el mar, después de aquella noche
hubiese abandonado el agua
transparencia petrificada
al nivel del corazón.
[1] Tren rápido que une a las principales ciudades de Europa.
Francesca Serragnoli nació en Boloña, Italia, en 1972. Es licenciada en Letras Modernas y Ciencias Religiosas. Ha publicado los poemarios Il fianco dove poggiare un figlio (Boloña 2003, segunda edición por Raffaelli Editore, 2012) , Il rubino del martedì (Raffaelli Editore, 2010), Aprile di là (LietoColle – colección Pordenonelegge, 2016), y La quasi notte (MC edizioni, 2020). En castellano cuenta con la publicación de Abril de allá (HDJ ed., Buenos Aires, 2020) en la traducción de María Cecilia Micetich.
Semblanza y fotogrfía proporcionadas por la autora.
Zingonia Zingone (1971) es una poeta, narradora, licenciada en Economía, y traductora italiana que escribe en español, italiano, francés e inglés. Vive entre Italia y Costa Rica. Cuenta con poemarios editados en España, México, Costa Rica, Italia, India, Francia, Nicaragua y Colombia. Sus títulos más recientes son Los naufragios del desierto (Vaso Roto, 2013), Petit Cahier du Grand Mirage (Éditions de la Margeride, 2016) y las tentaciones de la Luz (Anamá Ediciones, 2018). Entre sus trabajos de traducción destacan los más recientes poemarios de la nicaragüense Claribel Alegría: Voci (Samuele Editore, 2015), que se adjudicó el premio internacional Camaiore 2016, y Amore senza fine (Edizioni Fili d’Aquilone, 2018). Dirige la columna de poesía internacional en la revista italiana MINERVA.
Poemarios editados en español:
Máscara del delirio, Ediciones Perro azul, Costa Rica, 2006.
CosmoAgonía, Ediciones Perro azul, Costa Rica, 2007.
Tana Katana, Ediciones Perro azul, Costa Rica, 2009.
Equilibrista del olvido, Editorial Germinal, Costa Rica 2012.
Los naufragios del desierto, Vaso Roto Ediciones, España, 2013.
Las tentaciones de la Luz, Panamá, Nicaragua, 2018.
El canto de la Sulamita – Poesía Reunida, Uniediciones, Colombia, 2019.
Semblanza y fotografía proporcionadas por la traductora.
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