La voz poética de Ali Al Ameri es contemplativa y sonora. Fluyen sus imágenes como
riachuelo que besa las piedras y hace florecer el musgo.
En su poesía, la mujer y la naturaleza son una simbiosis de lo que constituye la base primordial de la comunidad y del masculino mismo; paraíso que llora la ausencia de los amantes tanto como el
mundo extraña ser paraíso. El poeta encuentra el sentido de la vida, en la expresión femenina de la misma.
María Del Castillo Sucerquia
1. El arco
En el bosque
un arcoíris se descuelga
desde copas de árboles,
enrolla sombras alrededor
de sus manos.
Cuelga nombres de amantes
en la uña del pasado,
donde nubes caen un poco de piedra
desde lo alto del azul al viernes.
También contemplo una lila.
Hay una pastora
vertiendo en la lira un día
y un paraíso plateado, sonoro.
Pero la oscuridad permanece en el cuello del pájaro,
es collar de viuda
en el extremo más lejano del mundo.
2. Hilo encantado
Enamorado
la oscuridad brilla,
se funde el pedregal.
Enamorado
el río llega a la montaña,
se perpetúa el azul.
Enamorado
el sueño se acelera,
llora el ojo de la puerta.
Enamorado
el alma del basalto resplandece,
en la mañana caminan árboles
hacia espejos de agua.
Enamorado
canta en la sombra el loco
la obra del corazón,
vierte el espíritu de nombres
en la rosa.
Enamorado
la tiniebla salmodia bajo árboles,
relámpagos bailan sobre el agua,
el ropaje se confunde.
Enamorado
el corazón se ilumina
y no tocado por el fuego.
3. Mujer
Una mujer al oriente del corazón,
muele trigo en la piedra,
canta en el rayo que fluye
de la música.
Una mujer en la casa lunar,
graba con henna en la puerta,
enciende un leño de incienso en lo invisible,
abre el secreto del significado.
Una mujer se mece ante el espejo.
A medianoche emigra a su eminente paraíso.
En la terciopelo de fuego sus mariposas revolotean.
Vierte una luz en el barro,
traza dos líneas al camino.
Una mujer al Oriente del espíritu,
revolotea como una mañana
en la cima de colinas,
unta un guijarro azul en el olvido,
camina hacia el recuerdo.
Una mujer al corazón del oriente,
ilumina el amor frente los arcos.
En su anillo florecen piedras de zafiro.
Cuando la sombra se inclina ante la palabra,
en sus ojos brilla la significancia.
4. La puerta de la noche
En la noche
el significado rebosa el corazón
cual tormenta, melodía,
no tocada por transeúntes.
Frente al mar,
en la noche,
fluye luz en la mesa de niebla,
hay ojos nebulosos,
dedos en que tiemblan azules relámpagos,
rebosan lunas sobre las rosas
del significado
y el corazón.
En la noche
el fuego duerme bajo árboles,
vagan dibujos en la plata,
cabras danzan la música,
se inquietan los espejos,
rebosa la imagen de lo invisible.
En la noche,
se desborda
la noche.
Ali Al Ameri es un poeta, pintor y periodista jordano de origen
palestino, nacido en Waqqasa (1962). Pasó su infancia en el pueblo de Qulaiat, Jordania, y volvió a Palestina, su patria, en el 2014 cuando fue invitado a leer en la feria internacional del libro
de Palestina.
Ha publicado tres poemarios: “Mis intuiciones… Mis manos desconocidas” (1993), “Eclipse blanco” (1997), y “Un hilo embrujado” (2012 y 2014, 2ª edición). Ha participado en numerosos festivales de
poesía árabe en Jordania, Iraq, Emiratos Árabes, Gracia, España y Francia. Y su poesía se ha traducido al inglés, francés, italiano y alemán.
Semblanza y fotografía proporcionadas por la traductora.
María Del Castillo Sucerquia, nacida en Barranquilla, Colombia (1997), es una poeta bilingüe, escritora, tutora, médica oriental (Neijing, España) y traductora (francés, Inglés, italiano, portugués, español y alemán). Con experiencia en radio y actuación (teatro y cine).
Ha participado en numerosos festivales de poesía, recitales, foros, conferencias y encuentros culturales.
Sus poemas han sido traducidos en diversas antologías, revistas, periódicos y sitios web nacionales e internacionales (Filogicus, Libresta, María Mulata, Bharatha Vision, Azahar, Atunis Poetry, El Heraldo, Muelle Caribe, Crisol, Uttor Kota, Sol y Luna, entre otros).
Y traducidos al canarés, árabe, urdu, bengalí e inglés.
También colabora con las revistas Vive Afro (Medellín), Altazor (Chile), Cronopio (Missouri), Cardenal (México).
Semblanza y fotografía proporcionadas por la traductora.
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