Ballena 52: un canto triste en la soledad del mundo

 

    

 

    Ballena 52 es el más reciente libro de poemas escrito por Jorge Contreras Herrera y publicado por Buenos Aires Poetry en agosto de 2018. En él Contreras hace una invitación al lector a sumergirse en una serie de textos donde la soledad, la melancolía, la espiritualidad, un pasado que es presente -que es futuro, que es memoria-, son un portentoso grito en el sueño. En la vigilia de una inmensidad que podemos llamar mundo.

 

     Creo que es importante tener el referente de lo que es éste mamífero del océano al que, a diferencia de otras especies de ballenas, nunca se le ha visto y no se le atribuye nombre, aunque científicos y biólogos le han llamado “Ballena de 52 Hertz”. Este nombre se debe a que 52 Hz es la frecuencia con la que se ha medido su canto, el cual difiere del de otros tipos de ballenas cuyos cantos oscilan entre los 15 y 25 Hertz.

 

      Dato extraordinario de la Ballena 52 es que, a pesar de que su canto es muy alto, no logra ser escuchado por otras ballenas, razón por la cual los científicos señalan que éste ejemplar recorre las aguas en soledad, quizá por tener un lenguaje diferente.

 

     Teniendo ya algunos datos sobre éste balénido colosal, percibo en los poemas de Jorge Contreras una fuerza espiritual, un canto que se hace presente en la invisibilidad de lo visible, una solitud que deambula entre una libre versificación y una introspección que lo sitúa en un viajar de la conciencia, del ser, de un estado de contemplación donde:

 

La ausencia

 

es el lugar

 

que todos ven vacío

 

menos yo.

 

 

 

       La soledad como la ausencia es una mar inabarcable y es quizá el estado propicio en donde el poeta se refleja en el espejo del agua para dar un orden a la geografía que lo habita, al origen que le da respuesta y Fe en la existencia de la humanidad a través de sus mitos, de su religión, de una representación mental que surge a través del razonamiento el cual entra en acción en el primer poema del libro intitulado Una idea en el comienzo:

 

 

 

Fui el sueño en la tumba de Lázaro,

 

un clavo en el crucifijo,

 

una astilla en la vara de Asclepio,

 

un instante en el tiempo, (…)

 

 

 

Fui el sueño de Venus en el templo,

 

la mirada celosa de cupido.

 

Fui la espada del Arcángel

 

el cincel en el cráneo de Zeus.

 

Fui una idea en el comienzo.

 

    

 

     Un mapa cósmico es la puerta donde Jorge Contreras encuentra el Principio para emprender el viaje por medio de símbolos, imágenes que se crean y se recrean a través de la palabra, advirtiendo que ésta es a su vez conformada por letras.

 

En los poemas Danza cuántica, Principio, Bálsamos, Mapa, Paraíso Recuperado, Versículos, entre otros que conforman la primera parte de Ballena 52, nos encontramos ante un escenario de metáforas cabalísticas donde el alfabeto es el aliento que no solo puebla de agua, de vegetación, de especies a la Tierra, sino que también otorga al hombre la imaginación, el dolor, el sueño, la compasión, la memoria, la visión, los profundos misterios que actúan como intermediarios entre el Creador y la humanidad.

 

En el poema, Enciende las letras, podemos leer los siguientes versos:

 

 

 

Tal vez vencerse sea la forma de vencer. (…)

 

Enciende las letras, busca el Nombre, dilo.

 

Enciende el contenido de la copa, liba.

 

Noche y día ya no son. No hay dualidad.

 

Desnúdate, entra descalzo de este lado.

 

 

 

     Ya será en la serie Los trabajos del Mago, donde encontremos situado el poema que da nombre al libro: Ballena 52. En dicho poema encontramos la presencia del Minotauro que fue encerrado en laberinto hecho por Dédalo. Salvaje, carnívoro el Minotauro, vivía en soledad en espera de un salvador, un ser que lo liberara del encierro. También aparece Jonás, quien por evitar el designio de Dios de ir a predicar a Nínive, salió con rumbo a Tarsis. Ya en el mar hubo una gran tormenta y los hombres que lo acompañaban en el viaje decidieron arrojarlo, porque consideraron que les traía mala suerte. Una vez en el agua, desprotegido el predicador Jonás fue tragado por un gran pez que Dios creó y permaneció Jonás 3 días en el vientre del gran pez. Fue ahí que, en su soledad, empezó a adorar a Dios y a pedir perdón por su desobediencia. Al tercer día fue escupido por la ballena en las costas de Nínive.

 

 

 

     Si hacemos una analogía entre el Minotauro, Jonás y la Ballena 52, notaremos que esta triada se caracteriza por la soledad y en ella la incomunicación terrenal. Ballena 52 es un poema donde el poeta busca a su Salvador. Inmerso en meditaciones y revelaciones, entre el florecimiento de una mujer y Los lugares son estados de conciencia, Jorge Contreras se lee en sus cantos, en sus palpitaciones donde:

 

 

 

La noche es una ballena moteada de estrellas

 

saltando en el infinito donde esparce galaxias

 

y su mirada son universos mirándote.

 

 

 

     Si intentamos un ejercicio de numerología, y queremos hacer con el número 52 una unidad:

 

5 + 2 = 7

 

… el 7 es un número que tiene muchísima importancia en el Judeocristianismo. Por ello solo me limitaré a reflexionar sobre las últimas frases que Jesucristo pronunció en la cruz:

 

 

 


1. Padre perdónales porque no saben lo que hacen.
2. En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso.
3. Mujer he aquí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre.
4. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
5. Tengo sed.
6. Ya se ha consumado.
7. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.

 

 

 

     Ante esta lectura, interpreto que la poesía de Jorge Contreras en el poema Ballena 52, está nutrida de una hermenéutica que zarpa en búsqueda de un estado espiritual y de comunicación; los temores, los arrepentimientos, las heridas, son mensajes de un estruendoso canto que no cesa, un canto que también es introspección en el poeta, canto en el que reconoce su condición finita, humana, su existir por un mundo en el que ha encontrado la poesía, la mujer, el engaño, la envidia, la desolación, la ausencia, el creacionismo de Vicente Huidobro, los fantasmas que son recuerdos que son memoria.

 

 

 

     Viajar en el tiempo como viajar en el agua es una condición que Contreras nos lleva en el transcurrir de poemas como Luna, Café, Cuando te leía a Huidobro, Otros que fuimos, que ya pertenecen a la serie de poemas intitulada Lunares. En ellos los recuerdos dan luz a momentos en que nuestro poeta se encuentra en escenarios donde el amor es una resignación que desemboca en desamor. En el poema Otros que fuimos, podemos leer las siguientes estrofas:

 

 

 

Nunca sabré si me guardas un rencor o una ilusión amable con la impaciencia a realizarse

 

escondidamente en una noche igual. Nunca sabré y eso no importa. (…)

 

 

 

Sé, que los otros que fuimos, andarán en el pasado como fantasmas, apareciéndose de vez en cuando en los recuerdos.

 

    

 

     Un fin que no es fin sino el principio a fantasmagorías, a la incertidumbre de una poética donde el silencio, la hoja en blanco es una fugacidad en la insistencia de llegar al poema que nace de la sensibilidad, la belleza, la pregunta, la realidad y la irrealidad, el hecho no consumado pero consumado en un lirismo donde el poeta se desnuda en una sinceridad de reconocerse en el deseo y lo que no se llega a cumplir. En el poema Poética, leemos.

 

 

 

… para poner un punto o una coma en el lugar correcto

 

y borrarlas cada palabra hasta que quede solo silencio

 

y alguien pueda leer todo lo que no escribiste

 

con solo ver la hoja en blanco

 

y te comprenda.

 

 

 

Y en el poema intitulado En extinción, leemos:

 

 

 

No soy bueno para santo

 

a veces amo, secretamente

 

imposiblemente

 

con toda la certeza,

 

de quedarme solo y herido

 

como el animal en extinción que soy.

 

 

 

     De nuevo aparece la soledad inabarcable, el incalculable estado en el que Jorge Contreras nos lleva desde el encierro hasta la emancipación, desde el misticismo hasta la geografía del razonamiento, desde el agua donde su canto emerge con una fuerza de 52 Hertz, hasta el silencio blanco de una página, desde el recuerdo donde el amor y el desamor se funden en el recuerdo. Así es como este poemario me ha invitado a una reflexión frente al espejo, debajo de las constelaciones que son también escritura, que son símbolos, números, árboles de luz que me hacen visible ante la mirada del Creador y un canto perceptible en todos los lugares.

 

 

 

 

 

Julio 2019

 

Hugo De Mendoza (1976) Es poeta y editor. En 2002 fundó el colectivo Literagen. En 2009 editó la revista de literatura y crítica literaria El Golem. Ha publicado los libros de poemas Danzar del Agua (2009) y 34 Episodios de Piscis (2010). Algunos de sus poemas han sido traducidos al portugués y al inglés. Actualmente coordina el encuentro de poetas Vértice en el Tiempo.

 

 

Jorge Contreras Herrera  (1978). Poeta, ensayista, editor, promotor de lectura y gestor cultural. Es director de Los Ablucionistas A.C. Salud y Felicidad a través del Arte y la Cultura, y director del Festival Internacional de Poesía Ignacio Rodríguez Galván y Del Festival Internacional de Poesía José María Heredia. Compilador de la antología Tributo a Sabines: he aquí que estamos todos reunidos; es autor de los libros de poemas Inventario de caricias, ¿Quién soy otro sino tú?, Poemas del candor, Otro que fui y El espejo adecuado. Ha colaborado con revistas como Círculo de Poesía (México), La Raíz Invertida (Colombia), Electrón Libre (Marruecos), Taqafat (Jordania) y en La Revista de la Universidad de México. Poemas suyos han sido traducidos al árabe, al italiano, al portugués y al inglés. Ha sido jurado en el Premio Estatal de Poesía de Tabasco José Carlos Becerra, el Premio Nacional de Poesía Joven Josué Mirlo y el Premio Nacional de Literatura convocado por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Isste) en 2016. En la XXIX edición de la Feria Universitaria del Libro, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), fue galardonado con el Reconocimiento Universitario al Fomento de la Lectura Profesor Rafael Cravioto Muñoz.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Comentarios: 1
  • #1

    Gabriela López Rivera (lunes, 22 julio 2019 11:46)

    Los comentarios de Hugo de Mendoza son puntuales y exquisitos. Ballena 52 es un renacer. Mis felicitaciones querido Jorge Contreras.