To Have Loved
To have wanted the whole fruit
and to have received such a thin slice.
To have nursed two orphans on my chest
nourished their flesh to fullness
and still
the milk streaming forth
as if from an endless wound.
To have thrown the grenade
and watched it roll
as if wasn’t me
who’d thrown it at all.
The shadow of my hand
in the quiet of my lap. The unreadable
stations of my poems.
To have tossed the grenade and watched it
changing positions. There
on the marble steps. Now
tumbling across the courtyard.
Now, turning of its own accord
and rolling
toward me.
Haber amado
Haber querido la fruta entera
y haber recibido una rebanada tan delgada.
Haber amamantado a dos huérfanos sobre mi
/pecho
nutrió sus carnes a plenitud,
y todavía
la leche fluye
como de una herida interminable.
Haber arrojado la granada
y verla rodar
como si no fuera yo
quien la arrojó.
La sombra de mi mano
en la quietud del regazo. Las estaciones
ilegibles de mis poemas.
Haber sacudido la granada y verla
cambiar de posiciones. Ahí
en las escaleras de mármol.
Ahora
cae en el patio.
Ahora, gira por sí misma
y rueda
hacia mí.
Northward
The shadow of a man is the heaviest crucifixion.
Northward you’ll go.
North to a small town on the banks of a lake
to find a family
that no longer exists.
Unknown streets
houses of brick, that once were of pine.
Tonight there will be a festival where dark water
laps at the shore. Strings of lights, carnival rides
booths and prizes, and the youth wait anxiously
for evening to arrive.
But wherever you go—you’ll carry this weight
as you would carry a cross.
into a house where the voices of poets
murmur in distant rooms.
How will you survive?
Now that the past has dropped away?
The shadow of a man
is the heaviest crucifixion.
It waits for you at the door.
Waits for you to be—what never you can be.
Hacia el norte
La sombra de un hombre es la más pesada
/crucifixión.
Hacia el norte
irás.
Al norte, a un pueblecito en la ribera de un lago
para encontrar una familia
que ya no existe.
Calles
desconocidas
casas de ladrillo, que una vez fueron de pino
Esta noche habrá un festival, donde el agua oscura
rozará la orilla. Hileras de luces, juegos de carnaval
puestos y premios, y los jóvenes esperan
/impacientes
la llegada de la tarde.
Pero en cualquier parte que vayas, llevarás este peso
como llevarías una
cruz.
En el interior de una casa donde voces de poetas
murmuran en cuartos distantes.
¿Cómo sobrevivirás
ahora que el
pasado se ha desvanecido?
La sombra de un
hombre
es la más pesada crucifixión.
Te espera en la puerta.
Espera a que seas—lo que nunca puedes ser.
Traducción: Luisa Isabel Villa Meriño, Marie Murphy,
Laura Saldarriaga Correa
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Ulises Varsovia (domingo, 29 noviembre 2020 11:24)
Me ha gustado mucho la versión bilingüe de estos poemas.
Golem es una de las mejores revistas de literatura, tengo para leer todavía unas semanas, qué banquete!