Con la poeta Zaría Abreu Flores, tengo varios puntos de encuentro. Ambas pertenecemos a una misma generación: los 70’s, compartimos algún gusto común: lo ecléctico o diverso, y también coincidimos en una pasión: el vodka (además de otros muchos elixires entre los que se cuentan el amor, la dramaturgia y las artes escénicas).