
Sonríes a medias y pasas
sobre la herida, como si no estuviera,
desapercibido como si nunca hubiera un pacto
que habías prometido y no cumplido,
sobre rostros que se fueron sin despedida,
sobre el grito de un niño bajo los escombros,
inocente, asesinado sin razón,
sobre una nación cuya galantería murió hace tiempo,
que no se avergüenza del baile de los viles sobre las tumbas del valor.
Sonríes a medias, como si fuera el ocaso quebrado,
entre la luz y la sombra,
imaginando miradas tras los barrotes,
despojadas de cualquier expresión
por una palabra dicha,
con el ardor de una patria cautiva
que ha quedado débil.
Sonríes a medias y te detienes
bajo los cielos inmensos con la certeza del suplicante.
No todo pasa y se olvida
como si nunca hubiera existido.
Te escribo para que me veas
Te escribo para que me veas
tal como soy,
mi realidad está reflejada en mi imaginación.
En el espejo de tus ojos me veo
en los más radiantes y hermosos,
con la sencillez del lenguaje
y la profundidad de los significados.
Soy la poeta y la hechicera,
la niña traviesa,
amiga de la locura en un atuendo de sabiduría,
la excepción a la existencia efímera.
Así nosotros…
el reflejo de una belleza eterna
cuando la contemplan los ojos de amor.
Traducción de Hussein Nahaba

Faten Guemri. Nacida en 1979 en la isla de Kerkennah, es una de las jóvenes poetas contemporáneas de Túnez. A través de sus versos, explora el yo y el mundo, con reflexiones
sobre la vida y la existencia. Publicó un poemario, “Lahdha Fariqua” (Un momento decisivo). Actualmente prepara su segunda publicación, que combina narrativa y pensamiento poético.
Ejerce la abogacía y reside en Túnez, donde continúa inspirándose en su entorno y sus experiencias.
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