Poemas de Aníbal Fernando Bonilla

 

 

II

 

 

 

La palabra

 

en el orificio que emana sangre,

 

aquella gotera

 

que vierte melancolía.

 

 

 

La vida

 

como suspiro

 

en el aire;

 

bitácora que decanta

 

las fronteras.

 

Manta de girasoles,

 

algarabía del caminante extraviado

 

en el cobijo del tiempo.

 

 

 

 

 

X

 

 

 

Las cosas simples

 

en los rostros sabios

 

en la mirada calcinada de tiempo,

 

piedra persistente

 

en la levedad de los días.

 

 

 

Espigas de dolor,

 

totora que amanece

 

en el ojo del agua.

 

 

 

 

 

XIII

 

 

 

Surco en el amanecer de los dioses

 

ante la ceremonia de la tierra húmeda,

 

semblante de maíz tierno

 

desde el recuerdo de los ríos tumultuosos,

 

desde el quebranto de madrugada,

 

desde la tempestad en el vértice de la muerte,

 

desde la esperanza que acumulan los siglos,

 

desde la ensoñación con piel de venado,

 

desde la alborada

 

en plena membrana de la savia.

 

 

 

 

 

XXIII

 

 

 

La ola que arrastra la nostalgia
como reloj de arena prodigiosa,
el agitado ritmo de las aguas solitarias
como zumbido de mujer.

 

 

 

Cáliz fresco para el hambriento,

 

manzana carnosa

 

en pleno espejismo,

 

brisa y mar en los pechos de nácar.

 

 

 

 

 

XXV

 

 

 

Sosiego en el río

 

mientras las aves

 

acometen en la desnudez del paisaje,

 

sumiso verdor

 

junto a la humedad de los campos,

 

tierna porcelana

 

en víspera del amanecer.

 

 

 

 

 

LII

 

 

 

Vuelvo al poema

 

como seducción en la escapatoria,

 

como relicario de orfandades,

 

como lascivo encanto

 

en la triste noche,

 

como hojarasca sin una pizca de viento,

 

como aluvión que devora la siembra,

 

como abismo que carcome el sueño,

 

como derrota cuya consecuencia

 

oculta la ceniza,

 

como sombra que se asemeja a tu ausencia,

 

como relámpago en la intemperie,

 

como insomnio que deja los ojos inflamados

 

en el cuerpo del animal en llamas.

 

 

 

Vuelvo al poema…

 

 

 

 

 

 

 

De Íntimos fragmentos, Aníbal Fernando Bonilla, El Ángel Editor, Quito, 2019.

 

 

 

 

 

 

 

Aníbal Fernando Bonilla (Otavalo, Ecuador, 1976).  

 

 

 

Máster en Estudios Avanzados en Literatura Española y Latinoamericana, y Máster en Escritura Creativa por la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR). Licenciado en Comunicación Social. Ha publicado, entre otros, los poemarios Gozo de madrugada (2014), Tránsito y fulgor del barro (2018), Íntimos fragmentos (2019), la plaquette Caminante extraviado (2024), y la recopilación de artículos de opinión en Tesitura inacabada (2022). Finalista del Premio Nacional de Poesía Paralelo Cero 2018, y del III Premio Internacional de Poesía de Fuente Vaqueros 2023. Columnista de diario El Telégrafo entre 2010 y 2016. Articulista de El Mercurio de Cuenca, desde el 2022, y colaborador en varias revistas digitales. Participante seleccionado en el Taller de Poesía Ciudad de Bogotá Los Impresentables (2022, 2023 y 2024). Ha sido invitado a eventos de carácter literario, cultural y político en España, Nicaragua, Argentina, Uruguay, Cuba, Bolivia y Colombia, como el XV Encuentro de Poetas Iberoamericanos en Salamanca (2012), el XIII Encuentro Internacional “Poetas y Narradores De las Dos Orillas” en Punta del Este (2014), el VI Encuentro de Jóvenes Escritores de Iberoamérica y el Caribe en La Habana (2016), el III Encuentro Internacional de Poesía en la Ciudad de los Anillos en Santa Cruz de la Sierra (2016), o el XI Festival Iberoamericano de Poesía en Fusagasugá (2023).

 

 

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por Aníbal Fernando Bonilla

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