¿DÓNDE ESTÁ LA PAZ DE ESTE POEMA?
¡Oye poeta!
Que la rama de olivo viva
y libere la carga de su propia amargura.
Olvida la paloma de vez en cuando,
para que ella pueda recordar volar sin rumbo
La daga está cansada de traiciones
Las balanzas quieren pesarse a sí mismas para variar
y tiembla el umbral de cada página
cuando bocas francas cuentan rupturas de palabras
y dedos torcidos deletrean cabezas en cifras
¡Oye poeta!
Recorre el último retruécano por el tamiz de las primeras intenciones
Pela la prudencia de los adverbios hasta el centro de los silencios ocultos
Entinta la sangre de los adjetivos dentro del corazón de todas las cosas
sombreadas
y convierte en verbos la espera de todos los sustantivos instantáneos
Sostén las manecillas de los relojes y balancéate:
¡Nací para humanizar así las palabras!
Cada pluma viviente es otra arma rota
La poesía nunca morirá,
pero quizá un día,
un día terriblemente osado,
Hablaremos sin metáforas.
HOGAR AMARGO HOGAR
Desde ninguna parte
esta casa está a tres cigarrillos de distancia
Siempre pueden olerla
Por el aceite, los padres no proveen,
y los combates de peinillas nunca avanzan
Corto de sol,
el cabello de las mujeres nunca crece
y sus vientres
son globos arrugados
que nunca se elevaron por amargura
Así que con todos los huevos sobre nuestros rostros
tenemos tortillas neutras para el desayuno
y comemos nuestros corazones que salen de nuestras bocas
Luego entramos sigilosamente para arrullar nuestras camas de ensueño
A las cabezas promiscuas no les importan los chismes de los despiertos
En esta casa
las ventanas son puertas
que empujan la fe hacia el destino
y las puertas son ventanas
cuando se cierran sobre cielo rasos que soportan muros
Cuando ululan los búhos
Silbamos un hola para legar sueños
Soñamos muriendo
nos jugamos un adiós con cabras
que balan su fuga hacia las puertas delanteras
Mujeres envueltas en cortinas
que filtran los soles de sus rostros
siempre hablan de “acá”
que se escucha como “allá”
Y estos ladrillos tienen ratas
que nunca son presa de cuervos
pero roen palabra por palabra
en nuestra oración inhumana
para humanizar espantapájaros
En esta casa
escondemos lo que buscamos
y tratamos de encontrar nuestra pérdida
sigilosamente sobre nuestras manos
en nuestros zapatos tartamudos
Hasta que suena el teléfono una campana
y sabemos que gusanos de alambre
han pescado otra voz, en sonidos
Y así, vimos
lo que vemos
y el mar
se balancea
en el mismo barco con nosotros
Pero respiramos en el suyo
y cavilamos sobre minas que explotan
en semillas diminutas
pero nunca eclosionan en horas,
por un segundo
uno de nosotros da la espalda
los primeros dedos leen las últimas palabras
en Braille:
Desde ninguna parte
esta casa está a tres cigarrillos de distancia.
ÉXODO
¿Qué haces cuando te encuentras
con un nuevo término?
Hoy Corpus callosum llamó
mi atención
Corpus callosum,
ese puente estrecho
entre el hemisferio izquierdo
y el derecho
Corpus callosum, pronto supe que significa cuerpo
calloso
¿Y quién puede detener a los poetas,
esos cazadores de metáforas y recolectores de símiles,
de ordeñar palabras?
Moisés alzó su vara
y dividió
el Mar Rojo
Yo contemplo sostener
una palabra
sobre mi Corpus callosum
y separar,
siquiera por un momento,
mis hemisferios izquierdo
y derecho
¿Qué podría ser aquel
término?
En otras palabras,
¿qué tiene
el poder de dividirme?
Moisés estaba escapando
del faraón
¿Yo de quién estoy
huyendo?
La sangre se apresura
hacia mi cabeza
y sé que no puedo escribir
sobre el agua
El milagro de este siglo es aprender
a vivir en la propia
piel.
.
LO QUE VE EL OJO PUEDE SALIR DESDE LA BOCA
Una mujer nunca puede estar realmente desnuda
ella luce una piel de muchos poros inquietos
donde descansan los ojos entreabiertos de quienes la ven
medio abierta al embate de la lengua de madera del espejo
medio cerrada al jalón de la caricia furtiva del tiempo,
y cuando nadie la mira,
ella empieza a buscar a tientas en los sedientos pozos de la historia
las horquillas de su cabello
su primer dedo anillado por el ojo herido de la tijera de una hoja de la fe
su última esperanza atada al hambre robusta precisamente vacía
en las bandejas llenas de sus senos
luego ella desgrana los ojos distantes del destino desde las líneas acuosas
de sus manos delatadoras
y los planta cerca de los himnos rasgados de sus oídos, en la parte trasera
y terrosa de su cabeza
sus sombras siempre desconfiadas de la insistencia seca de las paredes en reflejar,
sus formas internas siempre silenciadas por los guiños húmedos de la vergüenza
¿Es real? ¿Es ella?
Ella es siempre demasiado grande demasiado pequeña demasiado alta demasiado baja demasiado cálida demasiado fría demasiado joven
demasiado vieja
Ella siempre es demasiadas cosas en demasiadas formas
Incluso el espejo significa una mujer como muchas en cualquier fin
mercurial
Una mujer nunca puede estar realmente desnuda
Cuando desabrocha el resorte de su vestido, caen mil semillas de manzana
y la serpiente invisible que encierra lo que pide su cintura
y los versos de rechazo y las leyes del suspiro tatuadas sobre la voluntad
de sus manos y de sus piernas
envueltas en los regalos del “¡No!” y “¡No!" y ¡No!”
que sólo se desenvolverán como un “Sí”,
ella escudriña el rastro de un hogar en las arrugas de las casas con cara de piedra
No hay mapas para la geografía de la oscuridad
Dime, ¿dónde está la boca de aquella palabra, aquella que podría besar los ojos
de esta página sin cegarlos?
LOS RECUERDOS NO SON HISTORIAS
Éramos tres personas
en un barco zozobrante
y una entre nosotros no tenía
nombre
o quizá eligió no
decirnos
Y así, en esa compulsiva tradición humana
la nombramos
Algo
“¿Pero todos deben?”, balbuceó,
“¿Todos tienen que tener un nombre?”
Algo estaba asustada
de volverse una de nosotros
estábamos aterrorizados
de que no lo hiciera
LOS SONIDOS AL HACER EL AMOR Y AL DESHACER EL DOLOR
SON IGUALES
Quiero desescribir lo no dicho: no crecemos, envejecemos.
Quiero confiar el cadáver de esta hoja a los terrenos de la furia,
pero no puedo, no sellaré aquí los abismos de este poema.
Ningún ojo lineal puede desaprender el horizonte.
Además, ¿por qué debería domar el motín de los versos en el capullo
cuando el corazón de mis palabras florece siempre al final?
La tiranía de los muros gramaticales entre esta ofensa en tinta
y la próxima oración de plomo, se difiere en la profecía de las comas,
para dividir todos los sonidos y gobernar algunas voces.
Y los nudillos azules del “por qué” ya han testificado
que el genocidio de las vocales no es consonante
con el llamado de todas aquellas puertas curiosas:
En un poema
cuando los versos se quiebran
es el corazón azul de la pluma el que mantiene juntos los dedos de mentalidad roja
y el poeta no es más que un fugitivo en la tierra de papel
un simple obrero de letras y humo
que teje con las yemas de los dedos de la locura
y anuda con los dientes y uñas de la razón
una canasta de recuerdos en la que los frutos maduros del lenguaje
reverdecen nuevamente
Ahora que los brotes metafóricos de mi lengua se agotan,
¿Qué tengo sino un rosario de puntos finales?
¿Qué tengo sino las rodillas humildes de algunos símiles para arrepentirme,
el sabor de finales repentinos en el altar de los comienzos heredados?
Dejo de lado mi pluma para permitir que árboles anhelantes afuera saluden
a lápices reducidos y páginas dispersas sobre mi escritorio
En la quietud compartida de este instante
Me vuelvo de forma egoísta la habitación
la ventana permanece abierta como una herida
CÓMO DISECCIONAR EL CUERPO DE UNA “HEMBRA”
Primero, mata el cuerpo.
Preferiblemente, ante el dolor punzante de un espejo que empañe los ojos sagazmente dormidos del mundo
Comprende que una mujer muere muchas muertes
Aquellas exiliadas en lo sobrenatural del espejo, perecen por las manos
de helio de la masa aullante
Ahora pide consentimiento, preferiblemente desde la renuencia o el olvido
de otros cuerpos que sobreviven a este
Pronto rastrearás las huellas dactilares de aquellos que ostentaban ese derecho sin consentimiento
Usa una curiosa mascarilla de convicción, -tejida del dolor perenne
de héroes y heroínas cuyas leyendas se fermentaron en lecciones descompuestas
hacia ecos somnolientos-
para protegerte del hedor del tacaño-paternal, el hermano
mal-parado y casi esposado, con o sin amor, con colmillo y ley
Antes que nada, desvena el “honor” del ya no inquietante vórtice de la
vagina
Reconoce que a menudo el agua es más espesa que la sangre, más espesa que el semen, más gruesa, más sólida que la sonora danza huesuda de la propia carne,
de la propia sangre
Luego, toma nota de la tiranía mellada de aquel circuito de vergüenza: acrecentado bajo el oscilar de senos anhelados por el ojo y espaldas descubiertas particularmente si la espiral del coqueteo obligatorio nunca se podó en el capullo
Ahora extrae la daga anhelante del recuerdo de su columna vertebral (cada
cuerpo tiene una) y haz una incisión en forma de “por qué” que se abra profundamente desde el “cómo” de cada hombro, a través del “qué” del pecho
que conduce al “cuándo” del útero
Despliega las explicaciones de todos los vuelos tentativos del corazón desde el sonajero de la caja torácica, y examina la carne desollada, costilla por costilla, hueso a hueso
aquellos mitos celestiales tejidos de tierra
Documenta las historias en vela de los nervios guerreros de algunos comienzos heredados, las venas disidentes de algunos medios indispensables y las arterias soldadescas de todos los finales con púas
Procede en consecuencia hasta que domines esto: cómo lo que no se encuentra en ninguna parte está perdido
Recuérdalo siempre, un espejo es el abrazo implacable de esquirlas que se yerguen y mueren juntas.
EL ECO DEL VACÍO
En una habitación
lo suficientemente espaciosa
para mí y mi soledad
Me siento a fumar mi alma
ante una pared
que baila para mí la sombra de mi
vapor
No hay café en mi taza
Ni ansia oscura de dominación
sobre la crema de corazón blanco
Mi pocillo de fe
está vacío hasta el borde
y el deseo
por la silla ante mí se ha enfriado
Mi mente es este cenicero azul
con colillas de recuerdos arrugados
tengo que aclararlo de vez en cuando
Sólo un pensamiento ilegítimo
podría volverse el salvador de este mundo
Sonidos y voces
son la urdimbre y la trama de la cesta vacía
que mi sombra sacará de esta habitación.
POR DEBAJO
Las mariposas de mi pañuelo
son gusanos peregrinos que siempre han trepado
la penumbra escalonada de mis cuerdas vocales.
Y por el estridente testimonio de mis tacones
la vida que transito está medio muerta sobre una ceguera de balanzas
mientras los conquistadores inmaduros de nuestros triángulos alienígenas
se nutren de la generosa familiaridad de nuestros círculos.
Dime,
¿Cuántos sudarios de risa y cólera debemos coser
para que el cuerpo pisoteado de este silencio nunca vuelva a ser
vertical?
Las flores de nuestros vestidos somnolientos ya no quieren esperar
un viento de apareamiento que disperse sueños sin madre
sobre la vertiginosa negación de una tierra
que puede ofrecer un calor igual sólo a pies horizontales
y vengar la pasión desigual de la pareja
que la pisa.
Las faldas unen el estupor de las piernas
para que los pantalones dividan y gobiernen.
EL CAMINO, ENTRE PARÉNTESIS
¡Pasa la página y vete ya!
El cordón umbilical de este poema nunca fue cortado
con la pluma de la prudencia
y cada verso quemado,
el puño apretado de tus ojos
reclama en el altar de la evasión,
es un incienso visual
en memoria de las palabras masacradas
¿Quién no lo sabe?
Balas de coincidencia en lo seco del atractivo de las nubes
para lamentar tumbas sin nombre y ventanas amortajadas
han llenado de venas las granadas heridas de esta tierra
Dime,
¿Qué tienen para colgar de la cuerda de sus corazones?
¿Un pasado de células muertas que llamas Yo?
¿El dolor vomitado de estas pocas palabras retiradas,
o esta pluma obstinada que las acosa?
¡Pasa la página y vete ya!
No te preocupes por una exigua parcela de tierra
cuyo rojo marcado es la envidia de todos los ocasos uniformes
Nadie me lo dijo
en la susurrada convención de muñecos de trapo
ni en la traviesa cadena de lápices de colores
nadie me lo dijo, nadie dijo
que la pluma azul tenía un corazón sangrante.
Nadie dijo que tendríamos que saltar a través de un aro de fuego
que sus dedos de advertencia dibujaban en el aire
Y la vida presurosa que tuvimos que jadear
en la patética seguridad del paréntesis
finalmente nos ha enseñado
que la pizarra era sólo una mazmorra
donde el fantasma anémico de las palabras
pagaba su préstamo de polvo en polvo.
Aquí,
humo de cigarrillo y rezos sobrantes
son sólo profetas de persianas curvas
Dime,
¿Aún permaneces sobre la infección vocal de esta página?
Ven, déjame encenderte un sueño
El hogar es una maleta de recuerdos
desordenados en las misteriosas fronteras del anhelo
y pesa por el sudor frío en los dedos del miedo
Un excedente de letras que has podado
del otoño de la comprensión
conspira contra la consistencia de tu mirada
Y ahora,
antes que arriesgues la seguridad verbal de este poema,
Por la presente te sentencio a una palabra caduca:
(Silencio)
Traducción de León Blanco
Maryam Ala Amjadi es una poeta, escritora, traductora y editora iraní que escribe en inglés. Nació en Teherán (1984) y pasó los años más importantes de su infancia en la India. Ha publicado dos libros de poesía y una plaquette. Ha traducido al farsi, y publicado, una selección de poemas de Raymond Carver. Premio ‘Young Generation Poet’ de Poesía en Yinchuan, China (2011). Beca honoraria en Escritura Creativa del Programa Internacional de Escritura (IWP) de la Universidad de Iowa, Ciudad de la Literatura UNESCO (2008). Medalla de plata en la 14 edición de las Olimpiadas Nacionales de Literatura Persa (2001). Traductora del farsi al inglés para la agencia de prensa de estudiantes iraníes (Iranian Students News Agency - ISNA). Fundadora de una página semanal de cultura y sociedad iraní para la cabecera Tehran Times Daily. PhD en estudios literarios y culturales en las Universidades de Kent (UK) y Porto (Portugal) - 2017. Sus poemas y sus traducciones de poetas iraníes contemporáneos aparecen en antologías internacionales y en varias publicaciones como Poet Lore, Atlanta Review, Weeping Willow Books, y The Mongrel Book of Voices. Ha participado en varios festivales internacionales de poesía y sus poemas han sido traducidos en árabe, albanés, chino, hindi, italiano, marathi, rumano, y español.
Semblanza y fotografía proporcionadas por Maryam Ala Amjadi
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