Poesía de Dante Maffia

 

AQUEL QUE ESPERA QUE EL SUEÑO TERMINE

 

 

 

Aquel que espera que el sueño termine

 

es un mentiroso

 

que pierde su tiempo en cábalas.

 

No terminará la promesa de la restauración.

 

 

 

Los libros de Alejandría están guardados

 

en mi corazón que se los robó a una estrella.

 

Nunca nada se pierde.

 

 

 

 

 

CONTRACANTO

 

 

 

No tienen adonde dormir, ni una colina

 

ni una lápida. Ni una tumba donde descansar.

 

Son el alma del viento que nunca se detiene,

 

la sustancia del azul, linfa de las plantas.

 

 

 

No preguntes, entonces, dónde están.

 

Ahora aquí, mañana en el otro polo.

 

Los que presenciaron la quema se han suicidado;

 

los que ya estaban muertos, volvieron a morir.

 

 

 

En el corazón del día se abrió un diluvio

 

de llamas, y arrancó las puertas de sus bisagras. En un relámpago

 

todos murieron: custodios y lectores, carbonizados,

 

ratones, lepismas y arañas.

 

 

 

Pero no pregunten dónde están.

 

Sus cenizas se dispersaron con aquellas

 

de Katíos Lipóma, Gheorghes Nepatámulo,

 

con las de Lisípo de Roseto, de Kakós el Sibarita.

 

 

 

No pregunten ¿por qué sucedió? Las cosas pasan

 

porque así quedó establecido en algún sitio de la fantasía

 

y del dolor. Sé que todavía,

 

en el fondo de los mares, lloran las sirenas.

 

 

 

 

 

EFRITO CACASIPULOS

 

 

 

Ya no importa

 

que yo haya sido un escritor. Mi nombre

 

ya no existe en ningún lado,

 

en ningún pergamino. Si la memoria de los dioses

 

fuera golpeada por una funesta distracción,

 

tendríamos, cíclicamente, extensas desgracias.

 

Dijeron que por mi culpa

 

aconteció la danza del fuego.

 

Yo era el fustigador de los disfraces, mi obra

 

un filtro de la sabiduría. Incluso Eratóstene

 

por meses me acosó. Me esperaba

 

frente a mi casa, injuriándome, llorando,

 

repetía que la Biblioteca era un sitio ameno

 

y no un templo. Inútiles rumores

 

que me era difícil entender. Me informaron

 

que se ahogó en el Nilo. En cambio yo,

 

me he muerto tonto de tanto querer escribir

 

de nuevo cada obra, capítulo por capítulo.

 

Al final, la oscuridad estrechó mi mente

 

y heme aquí: una sombra que gime, inútil

 

circunstancia de un tiempo sin tiempo.

 

 

 

 

 

TESCANDILO ULIVOCOS

 

 

 

Es cierto, desde la nada plasmé

 

a mis personajes, sus corazones, gestos,

 

y pensamientos; el encanto del encuentro.

 

La invención hecha realidad, el escalofrío de la vida

 

que intenta desvelar el fondo de las cosas.

 

Los estudiosos me consideraban

 

el escritor de la luz, aquel que sabe sacar

 

de la oscuridad la pasta humana,

 

olvidada por quién sabe cuáles errores

 

en las radas de las sombras. Me deleitaba

 

y les enseñaba. Y he aquí el faro incandescente

 

y sutil de un porvenir que viene del desgaste.

 

El futuro ha perdido un anillo,

 

pero yo no me rindo, quiero descubrir

 

adónde las llamas se llevaron mis

 

pergaminos, si mis palabras se separaron

 

de mi alma.

 

 

 

 

 

FINOSIO GIACANOMOS

 

 

 

Amaneceres vendidos a bajo precio. Amaneceres comprados

 

con un puñado de trigo. Instantes perdidos

 

en el fulgor de lo dicho en exceso.

 

Decían que yo era el más grande,

 

que había logrado comprender

 

las razones de lo posible y había sabido,

 

en las huellas de los padres, injertar el futuro.

 

Cada uno de mis versos, un grito de los dioses

 

que ampliaba la vida y alejaba la muerte.

 

No logro consolarme y aquí

 

no me dan permiso de escribir, dicen

 

que ahora conozco el Misterio

 

y sería desleal. De todas maneras sé

 

que en mis versos crecía el infinito.

 

 

 

INESURO ASSANDALOS

 

 

 

Mi estante en la Biblioteca

 

era el más surtido. Ciento noventa obras.

 

Había pasado la vida entera sentado

 

pensando y pensando. La pluma fluía

 

como el vuelo de las gaviotas cuando

 

caen sobre su presa. Cuentos

 

que nacían desde mis adentros,

 

me acechaban o gritaban

 

ternura y querían ser

 

espejo del mundo, alma que vive.

 

 

 

Muchos ahora cuentan los mismos cuentos

 

que yo contaba. ¿Quién podrá decir

 

que fui el primero? Me hubiera gustado

 

escuchar mi nombre de vez en cuando,

 

alguien que al citarme me da

 

vida. En cambio, nunca existí, para nadie.

 

De acuerdo, los escritores somos servidores fantasma

 

de la palabra, pero por lo menos hubiera podido

 

ilusionarme; durante días el fuego escupió hiel,

 

borrándome.

 

 

 

 

 

PITENIO ZAZINIOS

 

 

 

Esta luz artificial tan pobre de esencia

 

pareciera traducir nuestra tragedia,

 

nosotros que fuimos los primeros y estamos ausentes

 

para siempre; tiene algo de sucio, impregna

 

el alma de reflejos escurridizos.

 

 

 

Escribí obras que no son indignas;

 

me ocupé de las verdades

 

que están en el fondo de los seres, navegué

 

por mundos inexistentes con la fantasía

 

que es el don más excelso que recibieron los hombres.

 

Los lectores soñaban conmigo, se hacían

 

más altos, más elegantes, más sensibles

 

y aprendían a mirar a los demás

 

con ese divino giro del amor

 

que hace de la vida un canto de mimosas.

 

 

 

Pero del Fuego llegó el terror

 

que vació a Alejandría. Soy

 

el autor del Kinsòsio, la summa que marcó

 

el buen camino para los hombres, pero la sombra

 

es demasiado dura después de los ardores.

 

 

 

* LA BIBLIOTECA D'ALESSANDRIA primera edición: Edizioni Lepisma, Roma, 2003. Edición multilingüe: Apollo Edizioni, Cosenza, 2020. (albanés, catalán, francés, inglés, latín, rumano, español, japonés, dialecto de Nápoles, y dialecto de Roseto).

 

 

 

 

 

 

 

Selección de poemas de Dante Maffia

 

del libro LA BIBLIOTECA DE ALEJANDRÍA*

 

(traducción de Zingonia Zingone)

 



 

 

 

 

 

Dante Maffia (17 de enero de 1946) es un poeta, novelista y ensayista Italiano. Nació en Calabria y vive en Roma. Ha escrito obras en italiano y en la lengua vernácula de Calabria traducidas a numerosos idiomas. Hizo su debut en 1974 con la publicación de la colección de versos, Il Leone non manggia L''Erba, con un prefacio de Aldo Palazzeschi. Sus pruebas poéticas posteriores le llevaron a la estima de grandes nombres, como Mario Luzi, Giorgio Caproni, Giacinto Spagnoletti, Natalia Ginzburg y Darío Bellezza (su amigo cercano). Durante mucho tiempo se dedicó a la investigación y la enseñanza en la Cátedra de literatura italiana del Prof. Luigi Reina, en la Universidad de Salerno. Fundó revistas literarias tan prestigiosas como "Il Policordo" , y dirigió "Polimnia" . Como crítico literario también colaboró con el periódico "Paese será" . Su obra más importante es la novela de Tommaso Campanella, 1996 Premio Stresa 1997, su última novela se titula El poeta y el carroñero, publicado por Mursia y prefacio de Walter Veltroni. Desde 2013 es presidente del Premio Vittoriano Esposito Di Celano (Aq). También preside otros concursos literarios, como el premio dedicado a Giosuè Carducci y titulado Dal Tirreno allo Ionio. En 2004 Carlo Azeglio Ciampi le otorgó la medalla de oro a la cultura de la presidencia de la República. El escritor fue nominado para el Premio Nobel de la región de Calabria.

 

El 10 de diciembre de 2010 en el Palazzo Chigi en Roma, Dante Maffia fue galardonado con el Premio Giacomo Matteotti de literatura italiana por Gianni Letta.

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por Zingonia Zingone.

 

 

 

 

Zingonia Zingone (1971) es una poeta, narradora, licenciada en Economía, y traductora italiana que escribe en español, italiano, francés e inglés. Vive entre Italia y Costa Rica. Cuenta con poemarios editados en España, México, Costa Rica, Italia, India, Francia, Nicaragua y Colombia. Sus títulos más recientes son Los naufragios del desierto (Vaso Roto, 2013), Petit Cahier du Grand Mirage (Éditions de la Margeride, 2016) y las tentaciones de la Luz (Anamá Ediciones, 2018). Entre sus trabajos de traducción destacan los más recientes poemarios de la nicaragüense Claribel Alegría: Voci (Samuele Editore, 2015), que se adjudicó el premio internacional Camaiore 2016, y Amore senza fine (Edizioni Fili d’Aquilone, 2018). Dirige la columna de poesía internacional en la revista italiana MINERVA.

 

 

 

 Poemarios editados en español:

 

 

 

Máscara del delirio, Ediciones Perro azul, Costa Rica, 2006.

 

 

 

CosmoAgonía, Ediciones Perro azul, Costa Rica, 2007.

 

 

 

Tana Katana, Ediciones Perro azul, Costa Rica, 2009.

 

 

 

Equilibrista del olvido, Editorial Germinal, Costa Rica 2012.

 

 

 

Los naufragios del desierto, Vaso Roto Ediciones, España, 2013.

 

 

 

las tentaciones de la Luz, Panamá, Nicaragua, 2018.

 

 

 

El canto de la Sulamita – Poesía Reunida, Uniediciones, Colombia, 2019.

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por Zingonia Zingone

 

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