Poema de Yusef Komunyakaa

 

 

 

Túneles

 

 

 

Arrastrándose de cabeza por el agujero,

 

patea el aire & desaparece.

 

siento que estoy ahí abajo

 

con él, avanzando, empujado

 

por un río de oscuridad, sintiendo

 

bendecido por cada pulgada de lo desconocido.

 

Nuestra rata de túnel es el hombre más pequeño

 

en el pelotón, en una cámara de eco

 

que les hace sangrar a los oídos

 

cuando aprieta el gatillo.

 

Se mueve como si tratara de superar

 

peces ciegos que se deslizan hacia el azul imaginado,

 

tirado por algo más grande que las ambiciones

 

de la vida. Él no puede pensar en

 

arañas & escorpiones que remiendan el aire,

 

o preocuparse por los murciélagos al revés

 

como dioses en la negrura del topo.

 

El olor húmedo es más profundo

 

que el hedor de los cubos de miel.

 

Una red de trampas explosivas espera, listas

 

para saltar en estrellas rotas.

 

Obligado a seguir adelante por alguna necesidad,

 

alguna urgencia, conoce el pulso

 

de misterios & diversiones

 

como pensamientos atrapados en el suelo.

 

Cuestiona cada raíz.

 

Cada sombra acorralada tiene una vida

 

con qué negociar. Como un ángel

 

que empuja contra lo que duele,

 

su casco en forma de globo

 

sigue el anillo de oro que su linterna

 

arroja al vacío. A través de lepismas,

 

mierda, gusanos y vapor de pestilencia,

 

va, el buen soldado,

 

de manos & rodillas, cavando más allá de

 

la muerte saqueada en un rincón ciego,

 

amando el peso de una escopeta

 

que algún día cavará su tumba.

 

 

 

Traducción de Joseph Crespo

 

 

 

Tunnels

 

 

 

Crawling down headfirst into the hole,

 

he kicks the air & disappears.

 

I feel like I’m down there

 

with him, moving ahead, pushed

 

by a river of darkness, feeling

 

blessed for each inch of the unknown.

 

Our tunnel rat is the smallest man

 

in the platoon, in an echo chamber

 

that makes his ears bleed

 

when he pulls the trigger.

 

He moves as if trying to outdo

 

blind fish easing toward the imagined blue,

 

pulled by something greater than life’s

 

ambitions. He can’t think about

 

spiders & scorpions mending the air,

 

or care about bats upside down

 

like gods in the mole’s blackness.

 

The damp smell goes deeper

 

than the stench of honey buckets.

 

A web of booby traps waits, ready

 

to spring into broken stars.

 

Forced onward by some need,

 

some urge, he knows the pulse

 

of mysteries & diversions

 

like thoughts trapped in the ground.

 

He questions each root.

 

Every cornered shadow has a life

 

to bargain with. Like an angel

 

pushed up against what hurts,

 

his globe-shaped helmet

 

follows the gold ring his flashlight

 

casts into the void. Through silver

 

lice, shit, maggots & vapor of pestilence,

 

he goes, the good soldier,

 

on hands & knees, tunneling past

 

death sacked into a blind corner,

 

loving the weight of a shotgun

 

that will someday dig his grave.

 

 

 

 

Yusef Komunyakaa (Bogalusa, Lusiana, 1947). Hijo de un carpintero analfabeto e inscrito con el nombre de James William Brown, reclamó más tarde el apellido Komunyakaa que su abuelo, llegado desde Trinidad en un barco, como polizón, había perdido. Profesor en la Universidad de Nueva York, obtuvo en 1994 el prestigioso Premio Pulitzer por su libro Neon Vernacular: New and Selected Poems. Su poesía se divide en dos grandes temas: su niñez en Luisiana y su experiencia en Vietnam.

 

 

 

Fuente biográfica: Valparaíso Ediciones

 

Fuente fotográfica: Poetry Society of America

 

 

 

 

 

Joseph Crespo Baltimore, EEUU (1976) Es narrador y traductor.

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por Joseph Crespo.

 

 

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