I.
¿qué ?
¿qué había allí?
allí el silencio venía de la casa
era
el silencio y su interrupción en el cuerpo
su representación
¿cómo era?
las plantas se miraban a distancia
las plantas no
se miran unas a otras o sí?
¿es así de sencillo?
se fecundan con el orden geométrico de la luz
II.
volver a // trás es la visión del p o e m a
volver a aquello que sentimos intocable ¡ touch me!
cavar ciertos espacios rescatar flores artificiales de
los rincones interiores de la casa
warum bin ich hier und warum nicht dort?
estar fuera de
lugar
[…] plantizarnos al aire / boca abajo
a l’horitzó un coxí d’herba
ressona l’aigua cap a dins
la mar
III.FLORILEGIO
Im Schatten sah ich
Ein Blümchen stehn,
Wie Sterne leuchtend,
Wie Äuglein schön.
(
Goethe)
Still in the dark , íntimamente
mezclada con la noche, nit i dia
sépals i petals
dos
mariposas
dos
en
un
rayo
de
luz
corpora
la
hierba
vuelve
intercambiando la màgia tenue de volver - nos –otras
te preguntas
cuánto
verde
cuánto
mise
en
miroir
IV.
A cuatro brazas bajo el mar
Las flores que se abren en el jardín,
iluminan la ausencia de cuantos defendieron
este lugar que te convierte en sombra.
DIEGO JESÚS JIMENEZ.
dos brazos bajo el mar
estela surco punta de tacón de ala corazón
no hay límite en los vientos
que no no alcance la piel
la más allá del ser
y sin embargo ausencia que aún te perturba
no te peguntes que hay después de la muerte sino antes
de la vida
todo es repetición las mismas olas el mismo mar insistente en sus aguas
com un trau que travesses i sagna
recuerdo
sentada en una piedra con los pies colgando a unos centímetros del agua marina absoluta y extravagantemente feliz, contemplo la luz quieta y penetrante que cae sobre el mar, liberando las sombras, dibujando la leve silueta de unas algas, de pequeñitos peces rojos y moluscos que flotan en el fondo marino y encienden aún más la luminosidad del color verde que brindan las rocas bajo el agua. Sumergida espero el momento iniciático y mágico. La corriente acerca una hojarasca de pececillos, algas y minerales sobre la epidermis como palabras entrecortadas o cortadas que aparecen en distintas lenguas, todas ellas articuladas de una manera revolucionaria, libre. La bondad y la belleza primigenias del mundo natural
a cuatro brazas bajo el mar está mi madre
sus ojos débiles tomizas
silenciosas y mudas
nudas
perpendiculares
el mismo mar lo muda todo
lo nuda
¿ qué es la felicidad sino hundirse?
mientras tú tenías los pies en el agua yo nadaba con los cangrejos y las algas
¿sabes? ser simplemente la sorpresa de vivir y de experimentar la vida con libertad total es el objetivo final de la creación y su relación ética
¿ahora dónde están los peces rojos que saltaban con tanta felicidad toda la noche sobre la hierba?
¿ dónde está el color rojo de tus labios?
he visto la punta de las alas del martín pescador que azotaban la hierba
tenían un pez en su pico hecho trizas
lo destrozabas
a cuatro brazas bajo el mar hablamos de Dios.
V.
Aquella casa de eucalipto
a Juan José Noguera
no,
¿no?
¿notas?
¿motas?
¿qué son esas manotas negras en el cielo?¿ manitas?
silencios de negra sobre fondo gris…. no no, deja, deja de poner adjetivos y pon tu voz entre tú y yo. Entre vosotros. Ahí en medio. Sonidos que recomienzan y enciende la memoria. Sueños.
Caminaba llevando un zarcillo de partituras mojadas bajo el brazo. En silencio un murmullo de voces crecía y decrecía entre la música y los eucaliptos, redoblado por el latido húmedo del viento. Casi hasta sus pies unas estrías sin formas ni contornos descendían a través de estratos. Imaginar es así. Nubes escupiendo pájaros hacia los ojos. Miraba el color ceniza del cielo, sutilmente moteado de escamas negras en clave de fa. Restos, reliquias, restos. Así. Notas negras, pequeños silencios, tres o cuatro, quizás cinco o veinte, o veinticinco, o más de mil, destellos al fondo del mar que se multiplicaban con la mirada atenta. Caminaba descalza. Caminaba a lo lejos. Caminaba muy cerca. El viento movía los árboles y movía las nubes y el cielo y arrastraba silencios y pájaros sobre el mar. Seis o siete o mil o veinte mil pájaros. Tenía los pies descalzos y unas partituras mojadas bajo el brazo. Nubes que recorrían el cuerpo, atravesaban sentidos y hacían volar de la cabeza a los pies hasta algún lugar en medio de nosotros.
Caminaba por largas nubes y arena, entre el vendaval y los murciélagos, entre negras y silencios. Tenía los pies descalzos.
¿Por dónde la clave de sol? Intentaba escarbar con los ojos entre el cielo. Los pájaros miraban hacia abajo, un pentagrama animal de voces graves ,insectos y otros bichos . El sol es algo que no se espera de los sueños. Un sueño largoooooo , negro, lleno de adjetivos que no sirven a las voces rotas , palabras de agua evaporada, música , maullidos, graznidos, graznidos lejos , graznidos cerca.
Las ráfagas de viento especiado lo arrastran todo, sueños, recuerdos , ondas heridas o algo más sutil. E mirou o ceo como a primeira vez que pintas un paisaje y quieres descubrir la perspectiva buscando los detalles, tocando con las manos ,recordando pero ya no era aquella niña-madre que miraba con sorpresa y que caminada cada día con las partituras mojadas bajo el brazo. Ahora la piel se pega a las nubes como los pájaros al viento, como el viento que sopla hacia atrás, hacia atrás como una casa vacía, como la ventana huérfana que miraba las nubes buscando los muertos, los mirtos, los mirlos. Ni aquellos murciélagos dormidos ni la melodía de su risa.
ni tú ni yo
El silencio en las ruinas de aquella casa murió entre los inviernos. Ahora sus viejos tabiques, el jardín desolado de los eucaliptus, sus notas de cuando la joven brisa rozaba el jazmín frente al mar, se fue con los saltamontes a otro lado. A veces las ráfagas o su aroma me encuentran con los pies o las manos. A veces ni veo nada, nada más, ni tan solo una nota olvidada. Quedan en mi casa golondrinas esculpidas en piedra negra como la noche ,anduriñas clavadas en la pared con un fondo azul , también un gato de piedra y hormigas rojas en el jardín.
Niña, deja ,deja de poner adjetivos porque ni tu ni yo podremos borrar aquel olor de los eucaliptos, ni tú ,ni yo su frescor entre la brisa bajo los eucaliptos,
ahora que ni tú , ni yo nos sentamos de noche en los escalones frente al mar,
¿ recuerdas?
VI. PAN
¿
al pan llámalo pan
pero al tiempo no lo llames
pan
esa línea recta puede ser un círculo que borbotea como el sol y lo puedes extender como mantequilla
más allá está el mar y un caer y el viento que resuena lejos llevándose la arena/solo / cielo/ tinta y sal
los paisajes se desertizan en la mano
los paisajes los paisajes
esqueletos de pájaros lenguados asimétricos como los lenguajes desplumados de la realidad
entero el sol / nosotros / tú toda tú
te imagino robando palabras para enderezar un círculo
sonidos del cuerpo en la distancia del agua eje de rotación
¿ese lugar y yo somos una misma superficie?
brilla el tiempo
vive
fugaz quieto estrabismático
escucho escucho escucha
la distancia es solamente un hilito de red colocado a lo largo de un poema y las palabras escapan de los otros
perros/ un árbol /una piedra sideral/ materia / pan
cae la noche en su ritual como caen las hojas secas como bajan los pájaros muertos como cae la realidad
hora tras hora al sol
llámalo
pan
al sol
llámalo
llámalo
VII
Here comes the sun
El aire fresco de la mañana
respirar
te escucho mientras viajas desde el Guadalquivir
viajas viaje viajo
la luz llega
respirar
here comes the sun - dices
parece que hubieran pasado años - digo
el aire mueve ahora mi cabello como
los tallos de las cebollas que brotan olvidadas
y el apio verde
el minúsculo movimiento del fenchel y la risa tierna de su aroma en la comisura de los labios
esa forma de mirar frágilmente
la ternura es pequeña - pienso
la tenrura es esa forma de mirar
la ternura es lenta leña de la hoguera
en la palabra hogar está la madre
respirar
sueño de Polifemo azul ciruela
yo miraba la forma de las hojas de los álamos
eran grandes como las palmas de la mano de mi padre y como la nervadura de tus manos
tan cerca de nosotros tres
hechos de vapor azul
agua en la boca jugando a ser jardín o sustancia primordial
el lugar más feliz es la copa de los árboles
Iregua
es la forma de mover las manos la misma forma de tus pies al caminar como una memoria de la lengua
el tono de tu voz inesperadamente me lleva al bosque
hogar esos brotes tiran de mi pero lo ignoro
el cuerpo fundido en el bosque se hizo semillas iluminando la ausencia de las sombras
¿ qué dices?
Qué?
hoy yoh podría llamarme Georgia o’keeffe
eu amo el paisaje de aquel lugar
VII .
Dicen los hombres
Dicen los hombres
Que la infancia es un pájaro libre
Dicen que …
el viento sabe que vuelvo
gira gira molinillo de agua
y
llama al sol
pájaros hierba árboles flores
traed la infancia a mi otra vez
Pájaros hierba árboles flores
gira
gira
gira otra vez
trompo cometa
y
barquito con cascara de nuez
de almendra amarga
y
menbrillo azul
flor que da fruto
y
muere otra vez
dentro del vientre
te encontraré
Esperanza Vives Frasès nació en el Atlántico, creció en el Mediterràneo y vivió en el mar Báltico. En 2021 ganó el primer premio internacional de poesía “ Crátera Experimental”.
Ha publicado artículos en difrentes revistas y se ha desempeñado como gestora cultural. También ha realizado exposiciones de grabado xilográfico y fotografía. Es co-directora de la revista de arte Dislexia.
Como editora (editorial el gato azul) ha creado libros de artista, libros encuadernados a mano y con grabados originales como DieVerwandlung (1990), Die grüne Kirsche (1994) Diciembre (2010) Tánger, (2012) Helor (2014) Maiazul (en proceso).
Semblanza y fotografía proporcionadas por Esperanza Vives Frasès.
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