Humus.. humus. Poemas de Luisa Futoransky

TENGO YA...?

 

No desdeño ripios ni rápidos,

remansos, descansos,

espejismos ni trechos cristalinos.

Tampoco el efecto catarata porque alguna vez fui rumorosa

y otras meramente cantabile

o dolida y sorda.

También silenciosa.

 

Lo que cuenta:

Tengo ya acaso una lengua navegable?

 

Decime

decí

 

10-2-19

 

 

PÓKER DE NADA

 

de vez en cuando hilachas de un sueño fermentan entre los dientes

a la mañana cepillos y dentífricos a prueba de olvido y herrumbre

hacen como que disipan la pérdida –recurrente- de la valija

blanca, estriada, moderna, metálica

fue en un descuido, un mirar para otro lado en el andén:

una estación de ferrocarril desconocida

es de día y el relato complicado

caminar para atrás no se puede

quedarse ahí parada tampoco

y para qué

 

enjuague querida, enjuague

color mata full

 

 

COLUMPIO

 

mi nombre

mi rostro, mi cuerpo de ahora

se borra en gente de antes

 

el nombre

las voces

de los otros

se desfiguran y silencian

para siempre

dentro de mí

 

Decreto-ley:

Desperdigaos, evaporaos

los unos en los otros.

 

Aparte

 Si pronuncio amén

¿te vas a morir

o me vas a llamar?

 

 

RUTA DE CIGÜEÑAS

 

Por mayo los campanarios de Navarra y Aragón lucen nidos con cigüeñas. Espléndidas y sabias prefieren las iglesias abandonadas más bellas y suntuosas, si son catedrales mejor.

 

En el altar de Santa Ana de Tudela las alitas de los ángeles están pintadas de bermellón violento. Con el tiempo, el polvo asentado lo ha convertido todo en borravino sangre. Se sabe: un amasijo de polvo y sangre impide volar.

 

Aquí los cirios destinados al culto son eléctricos. Tantas monedas pones, tanta gracia iluminada, breve como la vida, te concedo.

 

Las cigüeñas hicieron cría.

Anoche una medialuna plateada, misteriosa, encandilaba.

Puntuales, los pichones empiezan a volar.

Emigro, qué otra cosa por hacer.

 

Me diferencio de las cigüeñas en que ellas siempre vuelven.

Yo no.

 

TELONERA

 

Cada quien va por el mundo (de la escritura) con su propia cartuchera de útiles. A mí el viaje me permite asirme a cortinas y telones. Pueden estar desflecados o desteñidos y ser incluso de papel maché. Teatro rico o pobre. Pero los necesito para que la gente, aunque enmascarada, me hable de cosas ciertas. O que creo que son ciertas. Para proteger mis entradas y salidas. Para ocultar trastos, muebles desvencijados, platillos de tacitas viudas; en el centro, invitante, la concha del apuntador, falsa esperanza de que alguien te sople la réplica, más aún te avance parte del argumento porque suele estar vacía pero tiene una lamparilla macilenta, una escalera estrecha, la entrada de un túnel. Alguna puerta se entreabre donde nace el poema y una vez más, por un  tiempo me pongo a salvo.

 

Ergo: indispensable punto de partida y de llegada, el texto.

 

 

 

 

Extraídos de Humus…humus, Editorial Leviatán, Buenos Aires, 2020. Selección y traducción de Mariano Rolando Andrade.

Luisa Futoransky (Buenos Aires, 1939) es una de las grandes voces de la poesía argentina. Ha publicado una veintena de poemarios y cinco novelas desde 1963, su obra ha sido traducida al inglés, francés y alemán y premiada en diferentes países. Actualmente reside en Francia. Estudió literatura anglosajona y contemporánea con Jorge Luis Borges en la Facultad de Letras de la Universidad de Buenos Aires, aunque por imposición familiar se recibió de abogada. En 1971 viajó a Estados Unidos para participar en el International Writing Program de la Universidad de Iowa. Vivió luego en Italia, España, Japón y China antes de instalarse en París en 1981. Sus libros más recientes son Marchar de Día (Editorial Leviatán, Buenos Aires, 2017), Los años argentinos, primer volumen de su poesía completa (Editorial Leviatán, Buenos Aires, 2019) y el flamante Humus…humus (Editorial Leviatán, Buenos Aires, 2020).

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por Mariano Rolando Andrade.

Mariano Rolando Andrade (Buenos Aires, 1973). Escritor, poeta, traductor y periodista.

Ha publicado la novela Los viajes de Rimbaud (Editorial Vinciguerra, 1996), la antología bilingüe Poesía Beat (Buenos Aires Poetry, 2017) y el poemario Canciones de los Mares del Sur (Buenos Aires Poetry, 2018). Acaba de editar y prologar Luisa Futoransky: Los años argentinos (Editorial Leviatán, 2019).

Fue seleccionado en la antología de poesía Buenos Aires no duerme (Eudeba, 1998) y ganó el Premio Juan Rulfo de Radio Francia Internacional (RFI) a mejor cuento en lengua francesa (2001). Curador del portal de arte y literatura Ablucionistas, colabora en varias revistas literarias de América Latina y sus poemas han sido publicados en Argentina, México, Colombia, Chile, Venezuela, España, Francia y Marruecos, y traducidos al francés, el italiano y el árabe.

 

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas Mariano Ronaldo Andrade.

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