Poemas de Alma Karla Sandoval

AUTOPSIA DE UN VESTIDO

 

Aquí se las llevan,

las despedazan

o las devoran.

Aquí, al centro,

las sepultan

o las arrojan heridas,

no es suficiente

con su llaga en medio.

Aquí las levantan

y las explotan,

se las roban a gritos

como el calor

se mata con un golpe

de agua fría.

Aquí nadie regresa

por sus cuerpos,

es un viaje sin retorno

ir detrás de ellas.

Aquí se las bañan,

se las entregan,

y se las devuelven

con un muerto

muy vivo en el útero.

Aquí nadie quiere

hablar en su nombre;

también las borran,

las ultrajan

con machetazos

de olvido,

pero antes se la llevan,

luego las despedazan

ante los ojos del mundo

quien lame sus restos

como una bestia.

Aquí las marcan

con una cruz,

con un discurso,

con otra a la que raptan.

Aquí a todas les nace

un negro apellido,

un rigor mortis

en forma de cuerno

y no se puede decir

lo que pasa con ellas.

Tampoco aplauden su poesía,

su derecho al sol

o la forma

en que miraron la tarde.

Aquí las secuestran

de modos distintos:

las mutilan con lentitud

a pleno invierno,

a pleno verano,

ante los ojos del

padre, del novio

del esposo,

del hermano,

del hijo.

Aquí nos quema el ácido

que las destruye.

Aquí la voz,

aquí la súplica

de un mar

de pancartas.

Aquí lo urgente

y lo inútil

como un papalote

en la tormenta,

como moscas gordas

sobre los cadáveres.

 

 

ESQUIRLAS

 

Este hombre joven que me lleva de la mano

ha encendido un bosque en cada córnea

con fuegos diminutos en alguna parte de la flama

que azul sigue bailando para marear a la culpa,

a todas las palabras desvaneciéndose

en el aire cuyo aliento es un portal al milagro,

a los sueños del aire vagabundo

nacido en una ciudad lejana

cuando otro hombre me llevaba de la mano

y los arces se mecían

llamando al viento, se mecían

dibujando mi primer escalofrío.

El futuro era un gigante

 

En las nubes a ras de mi aventura.

Después, como si la noche y el encaje

de todos los deseos se multiplicara,

como si todas las lunas en jauría

saborearan mi miedo,

aprendí que cuando un hombre te lleva

de la mano, una hoguera

cada vez más sabia te desnuda.

 

EL PAÍS EXTRAÑO

 

Ven, están matando gente afuera.

Haremos de la sangre un recuerdo lejano.

Soy tu mujer imaginaria.

La golondrina de mi nuca es lo que resta

de las distancias antes de los frutos negados.

Te puedo hablar de lo que nunca sucede

con mi chistera en medio del terror y la pólvora.

Están matando gente afuera.

Deberías besarme y yo parar los juegos del granizo.

¿Quién va a salvarse de esta ceremonia oscura?,

¿con qué ojos sino los tuyos que alimentan

la conversación en Comala?

Sueño que vienes como el poeta que nada quería

más allá del adiós buscando

un país extraño y un río sucio.

Sueño que vienes, pero siguen matando gente afuera

y nos quedamos haciendo la vida al otro lado del ventanal.

Lo básico, eso te doy, flores ardiendo en la tormenta.

Mi mano si nos movemos entre cadáveres de niños.

Mi boca en tu mente que nos busca

 

igual que el náufrago a una bengala.

Alma Karla Sandoval. Poeta, periodista y docente. Obtuvo apoyos del FOECA y del FONCA en 1999 y 2001. En 2010 y 2018 se le concedió la Beca de Creadores e Intérpretes con trayectoria del PECDA. Premio Nacional de Periodismo, AMMPE, 2011, y los Juegos Florales de Cuernavaca, Morelos 2012, en cuento y novela corta. Premio Nacional de Poesía Ignacio Manuel Altamirano 2013. Recibió, por su primera novela, el Premio Nacional de Narrativa Dolores Castro 2015; y el Premio Nacional de Poesía “Noble y Leal Ciudad de Tepic 2015”.  Es Premio al Mérito Periodístico 2019 y ganó el Premio Nacional de Poesía María Elena Solórzano 2019, también el Premio de Obra Inédita, en la categoría de ensayo, del Fondo Editorial de la Secretaría de Turismo y Cultura de Morelos, 2019. Es miembro de Sistema Nacional de Creadores desde el 2020. Cuenta con más de veinte libros publicados. Su obra ha sido traducida al inglés, francés, rumano, portugués y ruso.

 

Fotografías tomadas del perfil e Facebook de la autora.

 

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