La siguiente selección de poemas de Jacobo Fijman, pertenecen al libro Molino rojo, publicado en 1926.
Canto del cisne
Demencia:
el camino más alto y más desierto.
Oficios de las máscaras absurdas; pero tan humanas.
Roncan extravíos;
tosen las muecas
y descargan los golpes
afónicas lamentaciones.
Semblantes inflamados;
dilatación vidriosa de los ojos
en el camino más alto y más desierto.
Se erizan los cabellos del espanto.
La mucha luz alaba su inocencia.
El patio del hospicio es como un banco
a lo largo del muro.
Cuerdas de los silencios más eternos.
Me hago la señal de la cruz a pesar de ser judío.
¿A quién llamar?
¿A quién llamar desde el camino
tan alto y tan desierto?
Se acerca Dios en pinchadas de loquero,
y ahorca mi gañote
con sus enormes manos sarmentosas;
y mi canto se enrosca en el desierto.
¡Piedad!
Barrio
Barrio apartado;
bandada de colores
de las ventanas de las casas.
Silencio cruzado de brazos
ante la luna.
Sobre los árboles
embalsamados de cotidianidad,
aromadas de estrellas
se trepan las callejas.
¡Dulzura
nada interroga,
se está y no se está en sí mismo
muy limpio y ancho.
Y todo es tan lejano y puro
que una nueva inocencia nos consulta!
¿He salido a buscar
juguetes
para los niños?
Barrio apartado:
paisaje de estampas y de estrellas.
Ocasos
Ocasos turbios de violeta.
Reliquias. Devociones.
Caras amortiguadas.
Nostalgias
descoloridas.
¡El mar se acoge en mis matices;
cierra su boca atardecida y fría!
El hambre de mis ojos
esparce intimidad.
Mi piedad de rodillas
se arroba en los suspiros del ocaso
(palomas de violeta)
¡Mis manos palpan el color de misa!
El “Otro”
Tarde de invierno.
Se desperezan mis angustias
como los gatos;
se despiertan, se acuestan;
abren sus ojos turbios
y grises;
abren sus dedos finos
de humedad y silencios detallados.
Bien dormía mi ser como los niños,
y encendieron sus velas los absurdos.
Ahora el Otro está despierto;
se pasea a lo largo de mi gris corredor,
y suspira en mis agujeros,
y toca en mis paredes viejas
un sucio desaliento frío.
¡La esperanza juega las cartas
con los absurdos!
Terminan la partida
Tirándose pantuflas.
Es muy larga la noche del corazón.
Alegría
Agua de sol,
cencerros de horizontes
enlazaban la intensidad
armónica
de nuestros cuerpos
claros y vigorosos,
en plenitud de luces infinitas.
Sones de llamas
en el aire rosado;
jadear de bosques y expansión de mares.
¡La danza de la tierra!
¡La danza del universo!
Y repicaban los paisajes;
agua de sol,
cencerros de horizontes.
¡La alegría del mundo
en el pecho redondo de la tarde!
El hombre del mar
El hombre de los ojos
Atormentados,
Que ha mirado mil auroras del mar
Desde las grandes proas,
Tiene el secreto de las cualidades,
De las muy anchas, de las ilimitadas claridades
Que estallan como granizadas
Sobre los barcos clavados y desclavados
En los planos soleados de los días.
¡Los barcos que alzan sus ojos en la noche
Cual surcos conmovidos, ardientes y sedientos
De las semillas
De los cielos lejanos!
El hombre de los ojos
Atormentados,
Sobre todos estos secretos;
Y al estrechar mi mano con la cordialidad
De las almas supremas,
Me ha entregado el don de los horizontes;
Me ha iniciado en las expansiones;
Me ha liberado de los cuatro puntos cardinales,
Y del bien y del mal;
De mi ciencia de biblioteca,
De mis pequeños sueños de orangután civilizado.
¡Él, el hombre salvaje,
Me derramó su olor marino
Sobre mi olfato torpe que vive en las alcobas!
Él, el hombre salvaje me ha traído la música
De las islas bienaventuradas,
En su silencio abismal
Y en sus palabras pintorescas,
Alegres, puras,
De una elevada
De una cósmica simpatía!
Él, el hombre salvaje,
Que ha reído con las olas del mar;
Que ha llorado con las olas del mar;
Que ha sufrido el asombro y el espanto
Frente a las tempestades
Que hacen y deshacen los mundos
Y destrozan ciudades y amplían hogueras
Con sus gritos tan rojos;
Él, el hombre salvaje
Me ha dejado oír los órganos profundos
De su alma golpeada por las visiones de la inmensidad;
Y este mi corazón se ha agitado en el sueño
Del universo;
Porque el alma y el corazón del hombre salvaje
Trae el múltiple canto del mar y de los astros
Y los abismos altos y los abismos bajos;
Las expansiones y las desolaciones
Prendidas a la rueda del universo.
Él, el hombre de los ojos
Atormentados,
Que ha mirado mil auras del mar,
Me ha desclavado de las calles grises
De mis hábitos viles de hombre civilizado
Que nada tienen que hacer en mi destino
En mis pies, en mis manos
No en mis ojos hambrientos
De una proa, de un astro y de una aurora.
¡Ahora yo también soy un hombre salvaje!
Jacobo Fijman nació en Besarabia, en la actual Rumania, el 25 de enero de 1898. A principios del nuevo siglo emigró con sus padres a la Argentina donde se instalaron en la provincia de Río Negro. Cursó estudios primarios en Lobos, y en 1917 se trasladó a Buenos Aires. Ingresó en el profesorado de Lenguas Vivas y obtuvo el título de profesor de francés.
En 1921 fue ingresado en el Hospicio de las Mercedes.
Formó parte del grupo literario Martín Fierro, donde conoció a Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo y otros autores conocidos por ser considerados creadores de una nueva narrativa y por pautar los ejes de la vanguardia literaria argentina.
En 1926 publicó su primera obra, el libro de poemas Molino Rojo. Ese mismo año viajó a París.
Su vida estuvo marcada por dos experiencias extremas: por un lado por lo que se denominaron problemas mentales y sus ingresos en el manicomio, por otro lado, una búsqueda espiritual, a la vez mística y metafísica que lo llevó a convertirse al catolicismo, aunque era de origen judío, en 1930, fruto de esta experiencia apareció su segundo libro: Hecho de Estampas y su tercer libro de poemas fue publicado en 1931.
En la década de los treinta ya no publicó más y viajó por el país.
Fue nuevamente internado en 1942 y permaneció en el Hospicio de las Mercedes, con diagnóstico de Psicosis distímica, hasta su muerte en 1970 en el hospital Borda.
Es una de las mejores voces de su generación.
OBRA
Molino Rojo (1926)
Hecho de Estampas (1930)
Estrella de la mañana (1931)
Biografía tomada de la página Escritore.org
Fotografía extraída de la página BEAUTY WILL SAVE THE WORLD
Escribir comentario
GRAVINO, AMADEO (sábado, 26 diciembre 2020 15:01)
GRAN POETA JACOBO FIJMAN, UNA DE LAS VOCES MÀS PERSONALES Y RECONOCIBLES DE NUESTRA POESÌA!!! POETA INSPIRADO, INNOVADOR EN LO EXPRESIVO, SU POESÌA TIENE MAGIA, ES UNA POESÌA MÌSTICA QUE PARTIENDO DE LAS COSAS MÀS SENCILLAS ALCANZA ALTÌSIMO VUELO LÌRICO!!! ME ENCANTA SU POESÌA, SU FORMA DE VER Y SENTIR LA VIDA RELIGIOSAMENTE!!! UNO DE NUESTROS POETAS MÀS ENORME QUE SE NECESITA QUE LO LEAMOS Y SEPAMOS VALORAR SU GRAN TRABAJO!!!