Conflagración de sorpresas, la escritora Leticia Luna aceptó en acto de revitalización, la corola de audacias que la invitaban y se lanzó a enfrentar los vértigos del Poemuralismo, asumiendo primero y expresando después, las diversas aristas que componen el fenómeno.
No puedo más que tremolar mi admiración por este hecho tan poético de Leticia Luna, tan fraterno en lo de repartirse a todos utilizando esta forma de formas asida de los suspensos, a los decires con direcciones múltiples.
“¿A dónde va el tiempo si grita mudo su tránsito de molécula vasta?” y continúa ensanchando los signos que enamoran totales nuestro elogio: “El corazón da vuelcos sin miedo, abisal”.
El Poemural es un nóvedo procedimiento poético que pretende crear trampolines para voces coetáneas, pero hay que arriesgarse primero a pisar el trampolín amando y rechazando actitudes demolombianas (es la vida); se crean los nuevos rostros que dicen, que callan, que miran y vuelven a avanzar sobre la urdimbre de las palabras. Entonces las pupilas ven como desciende la luna sobre el muro y se hace poema.
La escritora contribuye a la materialización del libro “Lengüerío”, y su todo almático, publicado en este año de 2019 por la editorial Del Lirio, y se convierte en querida compañera de audaces poetas, cito: Miguel Ángel Aguilar Huerta, Ulises Córdova, Roberto Lizárraga, Balam Rodrigo, Temoc Saucedo y Patricia Reyes. ¡Qué puñado de temerarios reverdecientes, proporcionándole nueva salud a la poesía!
El procedimiento es el siguiente: Se somete a la gran bestia inmaculada, pura, de iras impolutas, prístinas, se le toma por el cuello hasta causarle asfixia (todo esto es un rito purificador acudiendo desde lo impuro). Cabe mencionar que a mitad del procedimiento el mundo oscurece hacia lo ciego, hacia lo hondo. Pero el mundo no puede permanecer así ni un segundo de su ábrara, entonces, los arúspices, en vertiginio total, le abren el vientre para leerle las entrañas, y de esa lectura de los arúspices nace la nueva luz a la que algunos llamamos Poemuralismo.
De esos acontecimientos proviene Leticia Luna, fluye por todas esas vialidades buscando “la herida de un dios bajo el cenit”.
Sobre la impronta del Poemuralismo nos ofrece su corola de novedades. Bienvenida.
“Ce cipactli
Ome Ehecatl
Yei Calli
Nahui Ollin
Macuilli Xóchitl
…el numeral creciéndome en el tiempo.”
Roberto López Moreno. Nació en Chiapas México en Huixtla, 11 de agosto 1942. Autor de la teoría poética denominada "Poemuralismo”. Entre más de una treintena de títulos publicados se encuentran los siguientes libros: de poesía: Décimas Lezámicas (UNAM); De saurios, itinerarios y adioses (Universidad Autónoma de Chiapas); Verbario de varia hoguera (Instituto Chiapaneco de Cultura) y Sinfonía de los salmos, también de la (UNAM). De narrativa mencionaremos: Yo se lo dije al presidente (Fondo de Cultura Económica); Las mariposas de la Tía Nati (Tercera edición en la colección Lecturas mexicanas del CNCA); La Curva de la Espiral en la editorial (Claves Latinoamericanas) y Cuentos en recuento, (UNAM). Ha representado a nuestro país en ciudades como Salta, Argentina; en Santiago de Cuba y La Habana, Cuba; Berkeley, EU; Medellín, Colombia; Struga, República de Macedonia entre otros sitios. Otro libro suyo es Crónica de la música de México.
Ha obtenido importantes premios literarios tanto en México como en el extranjero, entre ellos, se hizo acreedor del Premio Chiapas 2001, el más importante galardón que da esa entidad a sus intelectuales y que cuenta con alta representatividad en la cultura del país.
Su nombre aparece en una buena cantidad de antologías mexicanas tanto de narrativa como de poesía así como en diccionarios biobibliográficos como el Diccionario de Escritores Mexicanos, editado por la UNAM.
Su literatura es variada pues abarca desde la poesía social hasta la erótica pasando por infinidad de formas, técnicas y temas, incluyendo la poesía y los cuentos para niños. En el primer caso, la poesía, escribió Versitlán, con el que obtuvo dos años consecutivos el Premio La edad de Oro en la república de Cuba, en el segundo caso escribió el libro Los ensueños de don Silvestre, ya agotado en sus tres ediciones, una de ellas en inglés.
Fuente: Leticia Luna
Leticia Luna. Ciudad de México, 1965. Poeta ensayista y editora, estudió en la Escuela de Escritores de la SOGEM, un posgrado en La Habana, Cuba sobre literatura cubana centrado en la obra de Lezama Lima, estudió la maestría en Creación Literaria en el Centro de Cultura Casa Lamm/SEP. Ha publicado los libros de poesía: Hora lunar (Ediciones La Cuadrilla de la Langosta, 1999), Desde el oasis (e.a., 2000), El amante y la espiga (La Cuadrilla de la Langosta, 2005), Los días heridos (400 Elefantes, Nicaragua, 2007. Premio Internacional Caza de Poesía “Moradalsur”, Los Ángeles, California, 2008), Wounded days and other poems (Unopress, University New Orleans, 2010),Espiral de Água (español-portugués, Proyecto Cultural Sur-Granada, España, 2013), Fuego Azul. Poemas 1999-2014 (Índole Editores, San Salvador, 2014), La canción del alba (Parentalia, 2018), ha sido incluida en el libro colectivo: Lengüerío. Poetas del poemuralismo (Ediciones El lirio, 2019). Obra suya ha sido traducida al inglés, portugués, francés, catalán, árabe y polaco. Es coautora de las antologías: Trilogía Poética de las Mujeres en Hispanoamérica (pícaras, místicas y rebeldes UNAM/ uam/ fonca/ Fundación Bancomer /La Cuadrilla de la Langosta, 2004), Cinco siglos de poesía femenina en México (Ediciones del Bicentenario, 2011) y 21 poetas por la paz (Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, 2016), entre otras. Es directora del Grupo Fuego Azul (Poesía, Música y Danza). En 2013 realizó la Residencia artística Letras, Granada, España, del FONCA-CONACYT. Es asesora del Festival Internacional de Poesía Ramón López Velarde, de la Universidad Autónoma de Zacatecas, México
Fuente de fotografías y semblanza: Leticia Luna
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