TIM HORTONS’S CHICKEN NOODLE
Un poema me quemaba las entrañas
y yo no comía nada
para no apagarlo
solo chicken noodle soup
Hasta que un día vomité el chicken
vomité los noodles
y vomité un chorro de sangre
que me hizo comprender
que mi poesía estaba del lado equivocado
del continente
EL BEBÉ
El dolor hizo nido en mi abdomen
y tomó la forma redonda
de seis meses de embarazo
Cada vez se fue haciendo
más y más grande
más y más mío
y decidí bautizarlo
You wanna sit? me ofrecen todo el tiempo
en el transporte público
porque no sospechan
que mi vientre no acuna vida
sino muerte
PREDNISOLONA
Un sapo me mira
desde el espejo
Sus ojos amarillos
casi líquidos
recorren mi rostro
desconcertados
porque no se reconocen en mí
CORAZÓN
Me explicaron que el catéter central
se pone
junto al pecho
porque está pegado a una vena
que lleva al corazón
pero yo sé
que ahora
que tengo el intestino deshecho
mi corazón se mudó
al hueco de mi abdomen
para hacerle duelo
al vacío
TRÁQUEA
No me encuentra la arteria en la muñeca
bajo el cúmulo de hematomas
hurga con su aguja la piel perforada
pero la sangre no brota
te voy a canalizar en el pie
NO
grito
NO
con un impulso de aire frío
que viene del vacío de mi abdomen
NO que no suena
porque mi voz se ha ido y en su lugar un tubo
sale de mi boca
CUERPO
Este cuerpo respira por un ventilador
bebe por la vena superficial de una mano
y orina por un tubo sin esfínter
come por un catéter junto a la clavícula
vomita por la nariz
a través de una sonda
y defeca agua corrosiva
por una tripa que se asoma
sobre la cadera
recibe la hemoglobina
de una bolsa de transfusión
y duerme solo por la morfina
Este cuerpo tiene unas piernas
que no lo sostienen
tiene las manos atadas
y la columna en vano
Tal vez Lucía se quedó enredada
en el pedazo de tripa
que arrancaron
y dejó este cuerpo vacío
que ahora solo sirve
para guardar
el dolor
DESCOSIDA
Tengo una cicatriz descosida
un pedazo de carne perforada
por el que a veces siento
que se me escapa el alma
pero en las noches de suerte
la esperanza despierta
y de mi herida supurante
brota poesía
MI MITAD ES UN REGUERO
DE PIEL MUERTA
¿Sabe cuál es la mitad de uno? El ombligo
me decía mi abuela
para hacerme reír
cuando yo era niña
Y a mí que me gusta encontrarles forma a las nubes
a las manchas del techo
a los quemados de la arepa
a mí me gustaba mi mitad
porque siempre le vi forma de delfín
que nadaba hacia abajo
Ahora mi mitad es un reguero
de piel muerta
y yo hago chistes para que nadie
ni siquiera yo
se entere de lo inocultable
Su ausencia me entristece
Ya no tengo ese huequito
como prueba de que alguna vez mi madre
respiró por mí
Estos poemas pertenecen al libro De tripas corazón, publicado por Vaparaíso Ediciones, 2023
LUCÍA PATIÑO. Literata con énfasis en Creación Literaria, abogada y maestra en Educación. Es docente, activista por los derechos de las mujeres, gestora cultural de la Fundación Cultural América en mi Piel y una de las editoras de Agenda Mujer Colombia, una agenda-libro que ha reunido más de 12.000 páginas en torno a lo femenino a lo largo de sus treinta años continuos de publicación. Autora de los poemarios: Las mujeres de Haití y De tripas corazón. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés, francés y griego.
Semblanza y fotografía proporcionadas por Lucía Patiño.

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