Esa mañana
Nadie hubiera pensado
en lo que iba a suceder.
Los autos
atravesaban
la ciudad
y los caballos
recorrían
el corazón del miedo.
Esa mañana,
nadie hubiera pensado
en lo que iba a suceder.
El gorro
con cabeza de perro,
nuestro constante
abrazo,
el cuadro del amigo,
las fotos y las risas,
luego
una siesta
y la noche que llega
con su boca feroz,
y la salvaje tormenta
del silencio,
que lo arrebata todo.
Porque esa mañana
–nadie hubiera pensado
en lo que iba a suceder
más tarde–
aconteció
la alegría
del desconocimiento.
Porque esa mañana
fue la última
mañana del mundo.
Luego comenzó
tu muerte,
la pesadilla
del fin de los tiempos
que no tiene fin.
La muerte de las palabras
El sol cuando asoma
es espléndido,
revela
todo lo conocido,
y oculta
mi interioridad.
Han muerto
las palabras,
ahora
son el alma
de lo que ya
no está,
el recuerdo
de esta memoria
del olvido.
Entre estas cosas
y otras,
se debate
mi pensamiento,
en la mañana
de este
domingo mudo.
Y existo
en la esperanza
de lo que vendrá,
Y existo
en la tristeza
simple
de lo que ya
se ha ido.
En la quietud de este día
En la quietud de este día
algo pasará fugaz.
Soy duro
como el corazón del bosque
y frágil,
como una bomba de cristal.
Ahora,
escucha el silencio,
pasará su desvanecerse
en el aire,
pasará
el temor de estar vivo,
pasará
el resplandor del mundo.
Escucha:
en el momento exacto
siempre, siempre,
algo ha de llegar
y algo ha de partir,
para que todo sea.
Mira mi corazón
Mira mi corazón,
se ha vuelto noche
en medio del incendio.
Quiere beber la vida,
quiere latir
como pájaro en vuelo.
Pero lo cierto es
que estoy dentro de mí,
que todo
es lejos
y es tarde.
Pero lo cierto es
que ya nadie
mira
el corazón
dispuesto
de quien ama.
Transformación
Aquellas cosas,
terribles y espléndidas,
han tenido
su razón de ser.
Mi cuerpo,
partido y
recuperado,
soportó
toda el agua del mundo,
todo el fuego del mar.
Pasen y vean,
encontrarán
lo que resta:
ésta es mi casa,
éste es mi corazón
en soledad.
Yo vi la muerte,
la muerte vi la muerte,
la muerte vi la muerte,
vi la muerte a los ojos.
Y desde entonces
todo se fue
desvaneciendo.
Y desde entonces,
sólo desde entonces,
he dejado
de ser
el que he sido.
Presente
Desde que ya no estás,
amigo mío,
el mundo se ha vuelto
demasiado extraño.
Quién hubiera imaginado
tu partida.
Quién hubiera dicho
que el silencio
iba a sellar
tu decir.
Yo prefiero pensar
que tu alma
está aquí
como una estrella
invisible
que guía mi camino,
en medio
de la noche oscura.
Yo prefiero pensar
que no te has ido
con tu maleta
de muerte y alegría.
Nunca vendrás
porque siempre
estarás presente.
Nunca te irás
de aquí,
porque siempre
estarás conmigo.
Decir adiós
Decir adiós
es estar
lejos de todo.
Contemplo
la caída lenta
de lo que se va,
la tristeza
de lo que muere.
Te vas de aquí,
pero te quedas,
como un perfume
de infancia
que estamos
obligados
a recordar.
Te vas de aquí,
pero te quedas.
Tu cuerpo
es mi herida,
y tu alma es
ese instante fugaz
cuando todo
duele o calla.
Despedida
Desde estos ojos
veo caer
el agua del deshielo,
bajo mis pies.
Las palabras se acaban,
como las palabras
acabo.
Todo se ha dicho
en el silencio
de esta tarde.
Mis pies
se mueven
y corro
como el agua
del deshielo.
Poco a poco, el invierno
se aparta y da lugar
al futuro,
para luego
volver a empezar.
Mientras tanto,
cada quien
conversa
con sus muertos
sobre lo que fue
y lo que será,
antes de que
la memoria
desaparezca
con el viento.
Corre el agua
del deshielo
bajo mis pies
y te dejo ir,
amor mío,
que me hiciste
tan feliz
con tu vida
y tan oscuro
con tu muerte.
ENRIQUE SOLINAS (Buenos Aires, 1969). Es escritor, docente, traductor e investigador. Desde 1989 colabora con publicaciones de Argentina y del exterior. Como investigador se especializa en Poesia latinoamericana, Antologías poéticas y en Poesía y Mística.
Publicó hasta la fecha: Signos Oscuros (Buenos Aires, 1995), El Gruñido (Buenos Aires, 1997), El Lugar del Principio (Buenos Aires, 1998), Jardín en Movimiento (Buenos Aires, 2003), Noche de San Juan (2008), El gruñido y otros poemas (Antología poética, Buenos Aires, 2011), Corazón Sagrado (Buenos Aires 2014), Barcas sobre la zarza ardiente (2016), El Libro de las Plegarias (2019), El pozo y la cima (2022); El grito en el cielo (2025); The way time goes and others poems / La manera en que el tiempo se va (USA, Antología poética inglés-español, 2017), 时光就这样流逝 (traducción al chino de la antología poética The way time goes – La manera en que el tiempo se va, Shanghai, 2017), Le grognement (traducción al francés de la antología poética El gruñido y otros poemas, París, 2021). En colaboración, Dificultades de la poesía (ensayo, 2010), Invocaciones –cuatro poetas en la voz del mito- (poesía, 2012), Antologías Argentinas – Intervenciones sobre el canon y emergencias del imaginario (Editorial Teseo, Buenos Aires, 2017). En narrativa: La muerte y su conversación (cuentos, 2007).
Por su labor literaria obtuvo varios premios, entre ellos, el 1er. Premio Nacional Iniciación Bienio 1992/1993, de la Secretaría de Cultura de la Nación Argentina; el 1er. Premio Dirección General de Bibliotecas Municipales de Buenos Aires 1993; Mención en los Premios Municipales de la Ciudad de Buenos Aires a la Producción 1994/1995; Subsidio Nacional de Creación de la Fundación Antorchas, Concurso 1997 de Becas y Subsidios para las Artes y Subsidio de Investigación en Poesía Argentina Contemporánea, Concurso 1997 de Becas y Subsidios para las Artes; 1er. Premio Estímulo a la Creación, Año 2000, Secretaría de Cultura de la Nación; Finalista del Premio Internacional de Poesía “Pilar Fernández Labrador” 2017, en Salamanca, Finalista del Premio Rey David 2025, etc. Ha obtenido la Beca de Residencia Shanghai Writing Program 2014, otorgada por Shanghai Writing Association, China.
Su obra forma de parte de antologías nacionales e internacionales, siendo traducido al inglés, al chino, al italiano, al francés, al griego, al rumano, al portugués y al talimi.
Semblanza proporcionada por Enrique Solinas
Fotografía de Daniel González
Fuente fotográfica: Poesía más Poesía

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