Poesía de Ana Chig

WELCOME TO THE HALL COUNTY LIBRARY

 

 

 

La biblioteca de Gainesville reveló a George Trakl,

la grotesca belleza de Schiele, el Kind of blue de Miles Davis,

la herbolaria presencia de Emily en los estantes,

a Elliot, y su luz apenas presentida en mi cuerpo.

 

Ensayé a escribir las ciudades desde adentro,

a traducir el dialecto de los bosques de Georgia,

sorprenderme de los lagos, el maple y la arcilla,

y un asado sureño debajo de antiguos maderos.

 

Pero la realidad siempre nos concede otra estancia,

«Este es tu lugar» dijo el manager

y dejó un cuchillo en mi mano extendida,

los nopales apilados en javas, y una verdosa oscuridad

calcitrando de mi cuerpo sus deseos.

 

 

 

 

 

¿SOBREVIVIRÁN LOS PÁJAROS?

 

 

 

¿Sobrevivirán los pájaros?

¿Qué incógnitas o sombras emergen

en esta incertidumbre y pánico?

Hoy el confinamiento es voluntario,

no hay gente entre las calles,

apenas dos o tres aves aletean en el agua sucia de la acera.

Los taxis y autobuses aguardan la salida, hay personas extrañas, rostros cubiertos, miradas que intentan el resguardo.

El primer pasillo del supermercado y sus anaqueles vacíos,

la fila extensa, desconcierto, sospechas, alejamientos repentinos.

Esta tarde la tristeza como un presagio gris y sofocante

me coloca en otra realidad,

miro al centenar de pájaros sobre los cables

que a su vez nos observan compasivos.

¿Sobrevivirán?, me pregunto y abordo el taxi con la angustia

de quien se marcha sin saber a dónde.

 

Cd. Tijuana, 21 de marzo de 2020

 

 

 

 

 

 

 

TODO ES TAN INÚTIL


Hoy aquí todo tiene su propia luz,
el silencio que parece diluirse en las cornisas
perfila el contorno de vecinas edificaciones.
Un temor se esparce en la longitud de la noche.
La silueta de un hombre arrastra una cubierta,
nada se sabe de su parsimonia, de los desechos que acopia, 
del pan duro oculto en el bolsillo, 
maldice, balbucea desleído en etílica ceguera.

A veces uno se fraterna en los encuentros,
ves a los otros, los de siempre, los extraviados, 
coincidentes en el paso y la mirada
en el terrible silencio emparentado en las aceras,
un simple impulso y te alejas, cruzas la calle en el impropio, acomodas el cuello, te concentras...

La balanza de lo humano ha quedado sin soporte, 
existe como una metáfora antigua y exclusiva.
Los espejos no muestran ya tu rostro.
Ahí, donde te ubicas, eres estadística, masa moldeable,
cifra reptil expresada en la nómina cotidiana,
todo es tan inútil a esta hora, 
como estas palabras ardiendo en el pensamiento
lo mismo que esa colilla asentada por algún extraño 
en el margen de mi ventana.

 

 

 

 

 

 

LATENCIA

 

Es una especie de guerra donde siembro bombas

dentro de mí misma.

Anne Sexton

 

En madrugada vi tu rostro, escuché tu murmullo de agua

descubrí el tiempo justo para irse mas no las palabras

Sé que afuera aguardaba incierta la hora, sus árboles de niebla

el polvo, las deudas y las piedras, las luces iluminando el muro,

la mujer adicta que habita en el callejón, los ladrones ocasionales,

la gente dormitando en el borde, los hospitales y sus pacientes,

inducidos al sueño, las bodegas de alimentos caducos,

el mar al final del día aguardado nuestros restos,

pero fue inútil, porque inmóvil, pausada en mitad del estudio,

rodeada de ese aroma de postales, diarios y sobres,

de demonios colgantes a tu cuerpo, de sombreros, libros e instrumentos, de exceso de alcohol, amor y poemas,

de obsesiones de prendas nocturnas en la alfombra,

pensé en ti y en mí, y como esas letras cursivas inscritas en los memoriales así nuestros nombres, un intento de frase rescatada

del escombro, una renuncia expedita sostenida en el silencio.

Ese pulso asido a mi glúteo deja constancia de tus manos,

hilvano restos en este bar de ventanas irregulares,

estuve en ti, instantánea nocturna, redonda y desnuda.

La ciudad y su proyección irregular,

los miles de córneas refractando el sol de la tarde,

la otra ronda de cerveza.

Pasa el poeta y su amante de luna clara

amor aséptico –pienso-, indulgente, silencioso,

la calle acoge libertades y censuras, la calle o el amor es eso

una sombra alargada e imperceptible, un perro extraviado,

un pájaro enfermo y obeso, la justa lamida en la entrepierna,

un sueño lubricado en silicona, una mina activa bajo el concreto,

desviación, sujeción, deseo, intento de suicidio, sentencia de muerte …

 

 

 

 

 

ESTO ES UN BODEGÓN DE LUZ Y RUIDO

 

“Si supiera qué es la poesía no tendría necesidad de escribir.

Es algo que busco a tientas en la oscuridad”

Anne Carson

 

Esto es un bodegón de luz y ruido.

Hay sombras que se adentran al bullicio,

aves amenazantes picoteando vidrios de ventanas.

El Centro y sus tibias medusas de asfalto,

cardúmenes de empleados desplazándose entre calles

recogiendo restos humanos, a prisa, con la imperfección publica a cuestas, maquillando baches de negligente blandura.

 

La mañana, como todas, vuelve a uno,

no hay grilletes en el tiempo.

Un minúsculo punto negro sobre el mármol me perturba,

ahí está, definiendo su universo rectangular, absoluto, dominante,

le observo atenta; nada sabe, no presiente,

soy una diosa de oscuridad a mitad de la nada,

bastaría levantarme y colocar mi pie en su inquietante frontera de luz…

 

De Callas a Evans, transcurrió la música, se fragmentó la atmósfera,

vuelvo a la pieza, el café de fondo es tibio;

me entusiasma haber leído a Anne Carson; un libro suyo en el

 

tianguis y en la librería de viejo, caminar, identificar a Audubon abatiendo pájaros en las esquinas, habitar sus versos, sus ideas, «la fotografía es una forma de muerte.»

Ana Chig poeta, editora, creativa gráfica y promotora cultural. En 2012 funda la revista mensual de poesía Frontera Esquina, en la que colaboran poetas, escritores, ensayistas, artistas plásticos y visuales de la región fronteriza de Baja California, México y Estados Unidos. Fue coordinadora de Poetry Borders en La Casa del Túnel Art Center, en Tijuana. Es directora de las editoriales independientes Nódulo Ediciones y Juglaría, que publican poesía, cuento, ensayo, novela, periodismo cultural y literatura infantil. En 2015 y 2016 forma parte del jurado para el Premio Nacional de Poesía Tijuana, convocado por el Instituto Municipal de Arte y Cultura, actualmente colabora como encargada académica en Casa de la Cultura de la Cultura Playas de Tijuana.

     Ha publicado: La noche sobre el rostro (2010), Antología de poesía “La Ciudad, encuentros y desencuentros” (Nódulo Ediciones 2016). Su obra ha sido incluida en antologías de México, Estados Unidos, Colombia, revistas electrónicas e impresas.

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por la autora.

 

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