VITRAL
Ha muerto un niño en las costas de Europa,
en el Paso de los Vientos,
en el Magreb, las calles de Camberra,
en el alto Perú,
en el estrecho al norte de la isla,
en un parqueo de autos de Milán,
en las aulas baleadas de Columbia,
degollado en Palmira,
hambriento en Nueva Delhi,
despedazado por las sangrientas fauces de la guerra,
con los pulmones grises del smog, la pega, los cigarros.
El niño ha muerto cerca del olvido,
es su verdugo el hombre,
el capital, la bala, la ignorancia.
Un espejismo fatuo está en proscenio,
su cuerpo diminuto,
el rostro múltiple,
los ojos cercenados.
No es posible abrazar su anatomía,
un cristal nos lo aleja,
mientras la voz de alarma anuncia que el naufragio
se ha debido a un posible hacinamiento,
que su muerte en las calles,
en las minas de oro,
en las arenas movedizas,
bajo el filo voraz de los cuchillos,
el disparo, los kilos, las pedradas;
es un hecho casual y lamentable,
de difícil pronóstico y frecuencia mayor de la esperada.
PEQUEÑAS CORRECCIONES
Donde fue el río
debe mirarse ahora la floresta,
la fruta del parral junto al anón
cuando se corte en dos la franja sur de las montañas,
esa que besa el mar,
la que preña de rocas la ensenada
y nos deja sin aire
por un verde que la sal no mengua.
Una moteada costa de manglares
donde se abrazan vientos y arenazas,
las pupilas lejanas y el acaso
indica que aquí debiera hallarse la añoranza,
un motivo que fije al sabanero
a esta semilla,
el largo ascenso hasta el primer goteo
de un río que se escapa
dejándonos su vientre vegetal
su terca abdicación en la colina.
UNDERGROUND
Las doce de la noche en el subterráneo de Milán
después de bordear la línea rosa
con el pudor de los que estamos al otro lado de la esfera
y la curiosidad de un colegial
apretando las manos sobre la bolsa plástica
en la que guardas un pedazo de pastel
para comerlo temprano camino a la Fábrica de Vapor.
Nadie te ve.
A pesar de tu extraña condición de no emigrante
de turista de bajo consumo
de clase comercial para el retorno.
Te guía la diminuta letra en el papel
que no quieres cambiar de bolsillo
con tal de que la suerte te siga acompañando.
Acabó la primera función
te llamarán, no dudes, te llamarán.
Al menos para que veas
cómo se puede ser un reo felizmente condenado
en los cuartones de último modelo.
No recuerdas el nombre de la fermata
no quieres preguntar.
Te dijeron que fueras cuidadoso
no vaya a ser que alguien te confunda
y termines pagando demasiados desaciertos.
Eres un espécimen que vive del abrazo
de la mirada cómplice
que inflama la memoria.
Estás sentado en el vagón
que te conduce irremediablemente al este
como todos los ríos
como todas las canciones que atraviesan la noche.
ANAGNÓRISIS
Cazábamos cangrejos
a orillas del brevísimo río del reparto,
imitando con éxito casual
a los ancestros en las negras marismas.
Éramos dos o tres los elegidos,
equipados con mechones y ganchos
para atrapar los esquivos crustáceos
que zigzagueaban entre maleza y rocas
hasta que al fin se hacía la mañana
sobre la fetidez del agua,
las siluetas del grupo
y la desenfrenada cacería.
Han pasado más años
que recuerdos me quedan de esos días,
pero viendo en la mesa de desechos,
el bichero y el saco
me pregunto
si este juego macabro de la vida
perdonará mis furias,
mis implacables golpes,
esos días fugaces y anodinos.
ESTACIÓN
La casa es una pompa de jabón
que no ha salido aun de la boquilla
Se desconoce el atrio y la buhardilla
apenas se divisa el alerón
donde sentado espero esa pulsión
que ha de poner mis manos en la arcilla
y una marca en la faz. La maravilla
es que puede expandir su condición
de hogar y bergantín como si nada.
Al otro lado el aire es el milagro
que insufla la esperanza ante lo magro
de un mundo atenazado por la espada
y el recio pabellón donde el onagro
intenta cada día la escapada.
RITORNELO
a Kathy
Sentada en portal
vigilando la lluvia que amenaza,
mi mujer junta un poco de paciencia
como quien arma un ramo de azucenas
para espantar la angustia.
Reitera sin cesar la música en el computador
dos pisos más arriba.
Después de un largo viaje,
miro su silueta
guerreando contra todas las ausencias.
Soy a la vez permanencia y camino,
ella la casa, el huerto,
la risa que fustiga.
Sentada en el atrio,
reteniendo la lluvia que amenaza
mi mujer junta las palabras
en un gesto que aleja el maleficio.
Yo vengo desde el sur,
con el color que siembran las nostalgias
un aluvión
fija los abrazos
cuando la verja cruzo,
cuando la piel recuerda
y todas las mareas se acompasan.
Karel Alexei Leyva Ferrer Escritor y promotor cultural, cubano especialista del Festival Internacional de Poesía de la Habana, vicepresidente del grupo literario Aladécima del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado .Por su obra literaria obtenido el primer premio en el concurso nacional de poesía erótica Farraluque en su 5ta y 10ma edición en 2001 y 2006, tercer premio en el concurso nacional de poesía Regino Pedroso del periódico Trabajadores en 2004 y el Premio Internacional de Poesía Nosside Caribe en 2005, entre otros reconocimientos. Ha publicado los cuadernos Ágape Inconexo (Edit Hipocampo 2001), Cambios de marea 2 (Ediciones Naderau 2005 y Santiago 2008), Escenas cotidianas (ediciones Colección Sur 2010), Sucesiones (colección La hoja murmurante, editorial La tinta del Alcatraz, Toluca México, 2015), Vitral (colección Sur, 2020); aparase incluido en las antologías Poesía cubana de hoy (Edit. Grupo 0, España, 1994), Nueve poetas y una estrofa (Edit. Lengua de Víbora, Cuba, 2001), Donde la demasiada luz (Edit. Lengua de Víbora, Cuba, 2001), Antología de poesía Abrace (Abrace, Uruguay, 2006), Otras islas (Cuberat, Cuba – Italia, 2008), Esta cárcel de aire puro (Casa editorial Abril Cuba, 2010), La octava más alta de las flautas (Ediciones Madia Noche Zacatecas, México 2011) El árbol en la cumbre (Letras Cubanas 2014), Para llegar hasta ti (Casa Editorial Abril, 2015), Una gota de luz inapresable (Italia-2017), Antología de poesía Cubano Eslovena 2020, entre otras; así mismo textos suyos han sido publicados en las revistas Extramuros, El Indio del Jarama, Caimán Barbudo, y diversos sitios web con mayor presencia en Cubaladécima, Cubapoesia, Uneac, Palabara del Mundo y las colaboraciones periodísticas con los sitios web Cubaliteraria, La Jiribilla y Esquife entre otros. Se le conferió la Distinción Gitana Tropical de La Habana en 2019 y Medalla 45 aniversario del Periódico Trabajadores en 2020, entre otros reconocimientos por la obra literaria y de promoción.
Semblanza enviada por el autor.
Fotografía de Francisco Navarro.
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