Panero, Leopoldo María

 

Leopoldo María Panero nació en Madrid el 16 de junio 1948. Hijo de Leopoldo Panero, sobrino de Juan Panero y hermano de Juan Luis Panero, todos ellos poetas de sugerente voz. Fue incluido muy joven en la que acabó siendo la legendaria antología de José María Castellet "Nueve novísimos poetas españoles" (Barral, 1970). En 1976 Jaime Chavarri inició el rodaje de lo que tenía que ser un reportaje sobre el padre: Leopoldo Panero, el material se convirtió en la película “El desencanto” que acabó siendo un símbolo tanto de la familia como de la época y una película de culto para toda una generación. En “El desencanto” la madre, paradójicamente llamada Felicidad, y dos de sus hijos, retratan a través de sus recuerdos al poeta, siempre ausente, mientras que en la segunda Leopoldo María, el hijo, se convierte en el eje central del film. El Desencanto fue además la última película mutilada por la censura cinematográfica en España y una de las obras de Chávarri más reconocidas por la crítica. Ya en 1994 llegaría Después de tantos años, película en la que Ricardo Franco retomaba la labor de retratista emprendida por Jaime Chávarri dos décadas antes. Leopoldo María Panero estudió Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid y Filología Francesa en la Universidad Central de Barcelona. Ejerció una militancia antifranquista que lo llevó a pasar su primera estancia en prisión. Como casi toda su generación, se adentró en el mundo de las drogas, desde el alcohol hasta la heroína, a la que dedicaría una impresionante colección de poemas en 1992. En los años 70 fue ingresado por primera vez en un psiquiátrico. Las repetidas reclusiones no le impidieron desarrollar una copiosa producción no sólo como poeta, sino también como traductor, ensayista e incluso narrador. A finales de la década de los 80, cuando por fin su obra alcanzó el aplauso de la crítica entendida, se decidió a ingresarse permanentemente en el psiquiátrico de Mondragón. Casi diez años después se estableció, por propia voluntad, en la Unidad Psiquiátrica de Las Palmas de Gran Canaria. Murió el 5 de marzo de 2014.La obra de Panero posee una profundidad lírica inaudita, lacerante, explosiva. Nos salva al tiempo que nos condena y literatura, y vivir para contarlo. Leopoldo María Panero no sólo es el único poeta maldito de nuestro panorama literario, sino también el transgresor por antonomasia de nuestras letras y uno de los mejores poetas de su generación.

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