Editorial, Año 1 - Núm. 1

Si bien el hombre, en todos los siglos ha tratado de imitar a Dios en su poder de creación, “El Golem” es uno de los ejemplos más antiguos y, a la vez, cercano a dicho deseo.

 

Judá León, por medio del conocimiento y la magia que le otorga la disciplina, creó un ser que nombró Golem. Gustav Meynrink, impulsado por tal esencia y aunado a los secretos del tarot, recreó en su novela de igual nombre, la misma cosa en un segundo piso, alimentándose de la leyenda para aterrorizar a los habitantes de Praga. Borges, en su disciplina de lector, antes que de poeta o de ensayista, antes de narrador que de filósofo, escribió su poema llamado “El Golem”, con los secretos de la cábala y el número cifrado en vocales y consonantes, sin pasar por alto las enseñanzas que tuvo de Gershom Shölem sobre la mística judía y, a la vez, adivinando otros sucesos que el tiempo le otorgó.

 

En honor al maestro Jorge Luis Borges, explorador de literaturas, nace la revista El Golem, con la reflexión de que las letras son interminables, que avanzan y, a pesar de sus matices, sus épocas, sus transformaciones, siempre son las mismas en un halo de creación y recreación.

La revista pretende ser un mapa para los exploradores de las letras, donde se encuentre parte de la historia literaria, aunada a la historia actual, como una forma de sugerir e insistir que la creación es interminable y que la voz de nuestros colaboradores, por medio de ensayos, artículos, poemas, cuentos, entrevistas, sea de utilidad para seguir llenando los espacios en blanco.

 

En espera que el lector cuestione o afirme esta premisa, nuestra propuesta es acercar la teoría y el rigor que la actual literatura exige para mantenerse en el devenir de los años futuros.

 

El Editor

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